El presidente de la República, Iván Duque Márquez, encabezó este domingo la ceremonia donde se rindió homenaje a los patrulleros de la Policía, Leibiston Manuel Ortiz y Marcela Pérez, quienes fallecieron al ser atacados, cuando intentaron recuperar el orden público en un sector de San Andrés, alterado por una fiesta descontrolada.
Para el jefe de Estado, el heroísmo en el cumplimiento del deber de los dos patrulleros debe servir como ejemplo para los demás integrantes de la Fuerza Pública.
“Sabemos el vacío grande y profundo que hay en los corazones de todos los miembros de estas dos familias, pero, desde aquí, también -queremos corazón y corazón, conciencia y conciencia- decirles que el heroísmo y el legado de ellos, será también la motivación para hombres y mujeres que, en toda Colombia, defienden a nuestra tierra”, dijo.
Los hechos sucedieron en la madrugada del pasado 31 de octubre, cuando los uniformados cumplían con la misión de apoyar a la comunidad que denunció la alteración del orden público y la tranquilidad por una fiesta que se adelantaba en el balneario de Rocky Cay.
Fueron recibos con disparos por quienes se opusieron al operativo. Debido a la gravedad de las heridas, Ortiz y Pérez murieron en el lugar de los hechos, quedando otros cuatro policías heridos. Tres ya fueron dados de alta y el cuarto fue trasladado a Bogotá, donde está fuera de peligro.
De inmediato, el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, dio la instrucción al comandante de la Región Nº1 de Policía, General Óscar Gómez Heredia, para que articulara esfuerzos con la Dijín y la Fiscalía General de la Nación, con el fin de capturar a los responsables, con el ofrecimiento, además, de una recompensa de $150 millones.
El presidente Duque también se refirió a la rápida acción de las autoridades y la captura de los presuntos autores materiales del doble homicidio.
Leibiston Manuel Ortiz Rocha tenía 32 años y era patrullero de la Policía Nacional. Su lugar de nacimiento fue María la Baja, en el departamento de Bolívar. Llevaba 6 años y 11 meses de estar prestando sus servicios a la unidad policial de San Andrés, y ocho años, siete meses y veinticinco días de pertenecer a la institución.
Marcela Pérez Hoyos tenía 31 años y era patrullera de la Policía Nacional. Su lugar de nacimiento fue San Carlos, en el departamento de Córdoba. Era madre de Shaniel Calderón Pérez quien, actualmente, tiene 8 años.