Álvaro Iguarán Mazeneth, director regional de Prosperidad Social en La Guajira, ha logrado identificar sobre el terreno las necesidades de la población caribeña.
Aunque la región cuenta con una ubicación geográfica envidiable y con recursos naturales que le aportan al crecimiento del país, tiene pendiente dar soluciones integrales a problemas como la desnutrición, el desempleo, la migración y la seguridad.
Su ciudad natal, Riohacha, se ubica como la segunda de la Costa con más desempleados, después de Sincelejo, al poseer una tasa de desocupación de 14,9% en el tercer tercio del 2019, la más alta en los últimos 11 años.
Con base en estas estadísticas, Iguarán se ha propuesto fortalecer el emprendimiento y la economía naranja en todos los sectores para revertir la tendencia.
Si bien La Guajira se destaca por la elaboración de artesanías de las mujeres indígenas wayuú, la informalidad en la región no se encuentra caracterizada para medir el impacto de su actividad y fortalecer su trabajo con capacitación y acompañamiento por entidades como el Sena, Cámara de Comercio e instituciones de educación superior.
Consciente de que las comunidades nativas son las más vulnerables, el director del DPS en el Departamento, con base en la focalización que se ha hecho, ha dispuesto 58 cupos del programa Iraca para el resguardo indígena Nuevo Espinal y 169 en el resguardo Lomamato, con el fin de brindarles el apoyo necesario.
Pero las acciones de la entidad van mucho más allá. Es así como con el programa ReSA étnico se dispusieron 2.550 cupos para 90 comunidades étnicas en los municipios de Maicao, Manaure, Riohacha y Uribia.
Por otra parte, con la intervención de Familias en su Tierra, se están atendiendo 1.286 hogares con una inversión de 10.099 millones de pesos. Asimismo, para apoyar a los emprendedores, con el programa Mi Negocio se realiza el acompañamiento a 162 participantes con una inversión de 812 millones de pesos.{module Avisos InText 1}
Acciones contra la desnutrición
Ese es tal vez uno de los mayores problemas que enfrenta el departamento de La Guajira, sobre todo en la población infantil. Por eso la regional del DPS ha trabajado en programas de acompañamiento comunitario para reducir la tasa de mortalidad por esta causa en esa zona del Caribe colombiano.
“Nuestros gestores tienen la titánica tarea de guiar los núcleos familiares a través de estrategias educativas y la difusión de las prácticas claves para la promoción de hábitos de salud, alimentación y nutrición. Mediante la implementación de huertas caseras y proyectos productivos para el autoconsumo y sostenibilidad de los hogares beneficiarios generando conciencia entre los padres en el cuidado de la madre gestante y los menores de edad”, asegura Iguarán, quien ahora tiene la misión de ayudar a la población a sobrellevar la crisis sanitaria provocada por la pandemia en esa región.
Asimismo, aseguró que están apoyando a las familias más vulnerables de La Guajira con la entrega de incentivos ordinarios y extraordinarios a los participantes de los programas Familias y Jóvenes en Acción buscando entregar incentivos a 63.039 hogares con Familias en Acción, a 8.351 estudiantes con Jóvenes en Acción y a 20.432 familias con la compensación del IVA con una inversión total de $24.283 millones de pesos en todo el Departamento.
Trabajo con el Icbf
Capacitar a las madres cabeza de hogar beneficiarias del programa Familia en Acción y a las madres comunitarias de las zonas más vulnerables del Departamento, es otra de las labores importantes que desarrolla la regional del DPS en La Guajira, junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entendiendo que ellas en su rol son las primeras formadoras de los menores desde el hogar.
Con la articulación entre el Icbf y Prosperidad Social, se fortalecerá la práctica y el vínculo psicosocial del pequeño haciendo un acompañamiento permanente. Asimismo, potenciar el tejido social a través de las experiencias de las familias y evaluar las buenas prácticas.