Entre risas, juegos y canciones pasan las mañanas en la Unidad de Cuidado y Atención –UCA– 20 niños entre 1 y 5 años, hijos de los excombatientes que hoy llevan a cabo su proceso de reincorporación en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación –Etcr– de la vereda de Pondores, jurisdicción de Conejo, Fonseca, y de los habitantes de las comunidades vecinas.
A su cuidado está Malvis Johana Sierra, una mujer de 35 años que es la encargada de brindarles todo el cariño mientras sus madres están ausentes.
Luego de 19 años de pertenecer a la guerrilla de las Farc y gracias a la reincorporación, Malvis pudo volver a reencontrase con su hija de seis años y a experimentar el rol de ser madre. Primero, como encargada del manejo de la Unidad de Cuidado y Atención para la primera infancia y para madres gestantes y lactantes, que comenzó a funcionar en el Etcr desde finales de marzo de 2018. Y luego cuando la vida le dio nuevamente la oportunidad de ser madre y ver crecer a su hijo en sus brazos. De eso apenas seis meses.
“La Unidad de Cuidado y Atención nace ante las nuevas dinámicas de la reincorporación en las que surge la necesidad de que las mujeres excombatientes, que ahora son madres, puedan contar con tiempo para estudiar o trabajar, y así sacar adelante sus nuevos proyectos de vida. En el proceso de montaje de este espacio dedicado a la niñez y la crianza, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha estado asesorando a las cuidadoras y brindando seguimiento a las madres y niños, quienes han contado con el acompañamiento de los profesionales de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización –ARN–”, explica José Nicolás Wild, coordinador de la ARN Magdalena – La Guajira.
En la actualidad, la UCA cuenta con dos personas a cargo de los niños: Malvis, quien se desempeña como docente y Delfa Díaz, también excombatiente, quien ejerce como manipuladora de alimentos.
Los niños reciben el desayuno, la merienda y el almuerzo, además de Bienestarina líquida; y el Icbf, a través del operador Halcón Guajira realiza un seguimiento nutricional. Además se atienden a 20 mujeres lactantes y seis gestantes a quienes mensualmente se les entrega un paquete alimenticio.
Se trata de un espacio mágico en medio del Etcr de Pondores, un mundo para niños en el que hay animales de colores que le dan vida a las paredes, sillitas y mesas de su tamaño donde realizan actividades divertidas y reciben sus alimentos, y materiales didácticos que buscan desarrollar sus capacidades físicas, sensoriales, motoras y lingüísticas.
En septiembre de 2018, con el fin de fortalecer este espacio, la ARN gestionó el voluntariado ‘Haz la paz’, en el que funcionarios de la farmacéutica Astra Zeneca, una de las más grandes del mundo con sede en Londres, acompañados por el embajador del Reino Unido en Colombia, Peter Tibber, estuvieron realizando labores de limpieza, pintura y decoración de paredes en la UCA; capacitaciones para las madres gestantes y lactantes y compartieron con los niños menores de cinco años un espacio artístico. Durante la jornada fue donada dotación para la UCA.
“En Pondores la niñez es maravillosa. Nosotras nos esforzamos por brindarles confianza, amor y ternura a nuestros niños. Yo no me la creo que hoy estemos cuidando medio tiempo a los hijos de nuestras compañeras para que ellas puedan salir adelante. Estoy segura de que la vida de nuestros hijos va a ser muy diferente a la que nosotros tuvimos que vivir”, dice Malvis.
La educación cumple sueños
La paz también le dio la oportunidad a Malvis de terminar su bachillerato por medio del programa de educación flexible ‘Arando la educación’, implementado por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia.
Malvis es una de las 25 personas en proceso de reincorporación del Etcr de Pondores que han terminado su bachillerato y gracias a un convenio entre el Servicio Nacional de Aprendizaje –Sena– y el Bienestar Familiar se encuentra culminando un técnico en ‘Primera infancia’.