La Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO) anunció este jueves que comenzó los ensayos en hurones para producir una vacuna contra el coronavirus.
Una declaración emitida por CSIRO, la agencia científica nacional de Australia, dijo que los científicos iniciaron con la primera etapa de pruebas para detectar posibles vacunas. «Hemos comenzado los ensayos preclínicos para dos candidatos a vacunas», agregó la institución.
«Se espera que las pruebas demoren tres meses», se lee en el comunicado. La medida se produce después de que Australia reportó más de 5.100 casos confirmados del virus con un total de 24 muertes hasta el jueves.
La CSIRO estableció su modelo biológico en febrero pasado, pero sus investigadores han estado estudiando el coronavirus desde enero. «Es el primero en el mundo en confirmar que los hurones reaccionan al SARS (síndrome respiratorio agudo severo)-CoV-2 (el virus que causa Covid-19)», agrega el comunicado.
«Los investigadores han progresado rápidamente para estudiar el curso de la infección en los animales, un paso crucial para comprender si una vacuna funcionará», agregó.
Trevor Drew, quien lidera el proyecto, explicó la naturaleza del virus. «Este se encuentran en una amplia gama de diferentes huéspedes animales, incluidas aves y reptiles, y la mayoría son específicos para un huésped particular. Pero, ocasionalmente, estos virus pueden saltar al huésped, como en este caso. Los coronavirus obtienen su nombre de su apariencia», dijo en un comunicado al CSIRO.
La enfermedad del coronavirus 2019 es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. El Covid-19 se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China en diciembre pasado, y se ha extendido a cerca de 180 países y territorios. La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el 11 de marzo.
De más de 965.000 casos que han sido confirmados, 203.000 se han recuperado, mientras que las muertes superan las 49.100, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en EEUU.
A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufren sólo síntomas leves y se recuperan.