Un terremoto de 7,8 en la escala de Richter sacudió en la madrugada de este lunes 6 de febrero el sureste de Turquía y el norte de Siria, dejando más de 1.600 muertos, miles de heridos y desaparecidos.
En Turquía hay más de 1.014 fallecidos y 5.383 heridos, según las autoridades, que han afirmado que hay también 2.824 edificios derrumbados. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que probablemente la cifra de fallecidos aumente de forma considerable.
Por su parte, en Siria se han registrado más de 371 muertos y al menos 1.089 heridos en zonas controladas por el Gobierno, y 221 víctimas mortales y 419 heridos en la zona del noroeste controlada por los rebeldes.
El epicentro del seísmo, duró aproximadamente 30 segundos. Sin embargo poco tiempo después se registró el segundo terremoto, independiente del primero, que tuvo una magnitud de entre 7,5 y 7,6 según diversos institutos de Turquía.
De acuerdo con el Observatorio Kandilli de Estambul, se ha producido a una profundidad de cinco kilómetros, con epicentro en Ekinozu, un pueblo de la provincia de Kahramanmaras, unos 100 kilómetros al norte de donde se ha producido el de esta madrugada.

Este nuevo terremoto provocó daños en algunas carreteras cercanas al epicentro, incluido un túnel, y ha causado el derrumbe de varios edificios en diversas localidades que habían resultado dañados en el anterior seísmo.