El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud oficializó que el brote de coronavirus Sars-Cov-2, que inició en China en diciembre de 2019 y provoca el Covid-19 se había convertido en una pandemia. Ese día la OMS reconoció que la propagación del virus se había salido de control y ya era una amenaza grave para la salud pública.
Hace exactamente un año, se registraron 329 muertes por Covid-19 en todo el planeta y pese a que varios estados comenzaron a restringir las relaciones sociales mediante normas, el virus siguió su paso acelerado. Una semana después la cifra diaria de muertes ya era de 1.000 y a mediados de abril ya eran más de 7.000 decesos diarios.
365 días después de la declaratoria de pandemia, el Covid-19 ya le ha provocado la muerte a más de 2,5 millones de personas. Además el coronavirus a infectado a 118 millones de pacientes desde entonces.
El coronavirus ha llegado a casi todos los rincones del planeta, aunque no todas las regiones por igual. Tras nacer en China, el Covid-19 azotó con gran fuerza a Europa entre marzo y abril; y una segunda ola volvió a afectar al continente entre octubre y febrero de 2021. En América la situación epidemiológica es peor, dado que alberga a las naciones con más fallecidos por la enfermedad; Estados Unidos y Brasil. En América Latina, el pico más agresivo de la pandemia se vivió entre finales de diciembre y enero, llegando a sumar la región más de 3.400 muertes al día a mediados del primer mes de 2021.
Otras zonas del mundo como Oriente Medio y Oceanía han logrado contener con mejores resultados la enfermedad. Países como Israel ya tienen a más de su población vacunada, y Australia y Nueva Zelanda tienen la tasa de contagios bajo control gracias a una estricta combinación de restricciones y disciplina social.