El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere revertir los efectos de la política de su predecesor republicano Donald Trump, y busca que la reunificación de las familias sea una «prioridad máxima».
En ese sentido, a través de un decreto ordenó la creación de un grupo de trabajo con el objetivo de reunir a los cerca de 600 menores que siguen separados de sus padres, según datos surgidos de las demandas judiciales.
La política de Trump, instaurada entre 2017 y 2018, buscó frenar el flujo de migrantes sin papeles que buscaban ingresar por la frontera sur, muchos de ellos familias de Centroamérica huyendo de la violencia.
Esto afectó a cerca de 5.000 menores, fue suspendida ante una ola de indignación. Desde entonces, ONG y abogados buscan reunir a las familias, con gran dificultad debido a que muchos padres fueron deportados y viven en zonas rurales de Centroamérica.
El gobierno de Biden calificó a la política de Trump como un «fracaso moral y una vergüenza» y altos funcionarios indicaron que se propondrán soluciones para el reencuentro, sin especificar si esto podría incluir el regreso a Estados Unidos de los adultos deportados.