El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido acusado este martes 4 de abril, de 34 cargos de falsificación de registros mercantiles en Nueva York. En respuesta a estas acusaciones, Trump ofreció una declaración en Mar-a-Lago, su residencia en Palm Beach, Florida. Durante su intervención, el expresidente afirmó que Estados Unidos «se está yendo al infierno» y que nunca pensó que «algo así ocurriría».
Trump argumentó que el caso en su contra fue orquestado para interferir en las elecciones presidenciales de 2024 y que debería ser desestimado de inmediato. Hasta ahora, ningún expresidente estadounidense había sido acusado penalmente.
El fiscal Alvin Bragg explicó que Trump fue acusado por presuntamente haber orquestado una trama legal para pagar el silencio de tres personas que podían perjudicar su campaña para la Presidencia en 2016, incluida la actriz porno Stormy Daniels. Durante su intervención, Trump denunció que ha sido perseguido desde que llegó a la Presidencia en 2017, haciendo referencia a las investigaciones que se han llevado a cabo en su contra.
Durante su declaración en Mar-a-Lago, Trump fue interrumpido en varias ocasiones por un público compuesto por personas con gorras rojas de Maga (Make America Great Again) y otra indumentaria trumpista. En su intervención, también se refirió al presidente Joe Biden, a quien llamó «lunático», y al fiscal de Manhattan Alvin Bragg, a quien acusó de ser «el único criminal».
El expresidente concluyó su intervención afirmando que el único delito que había cometido era «defender a EE. UU.» y que el sistema de justicia del país «ya no tiene ley y se usa para ganar elecciones».