Dos niños de 6 y 10 años murieron por culpa de un fatal error farmacéutico en Bogotá. Los menores consumieron un potente analgésico no adecuado para su edad, pensando que estaban tomando un purgante.
La tragedia comenzó cuando la dependiente de una de las farmacias de la cadena Cruz Verde interpretó mal la fórmula y en vez de entregar el purgante entregó pastillas de tramadol.
La madre de los niños suministró las dosis del medicamento tal como lo había estipulado la receta médica. Sin embargo los pequeños se durmieron todo el día y cuando su progenitora trató de despertarlos se dio cuenta que uno de ellos había muerto y el otro no reaccionaba a sus llamados y finalmente también falleció.
En un comunicado, la cadena Cruz Verde reconoció su error y explicó lo sucedido:
“Las investigaciones adelantadas con máxima celeridad han permitido concluir que se trató de un error personal en la dispensación de un medicamento equivocado por parte de una auxiliar farmaceuta de la farmacia Cruz Verde en Santa Bárbara, quien desconoció de manera grave los estrictos protocolos para dispensación de medicamentos establecidos por la organización, así como la capacitación recibida”.
Finalmente la empresa lamentó lo sucedido y anunció que la empleada que cometió el error fue despedida. Además se puso a disposición de las autoridades competentes para este proceso.