La Fiscalía General de la Nación investigará si la muerte de un perro dentro de un avión de la aerolínea EasyFly se constituye como un delito. El caso se presentó en un vuelo que cubría la ruta Puerto Asís – Cali.
Todo comenzó cuando la dueña de Homero, el animal muerto, denunció que los operarios del vuelo de EasyFly que abordó no le permitieron llevar a su mascota con ella en la cabina, por lo que tuvo que hacer que volara en la zona de bodega del avión, donde perdió la vida.
El caso se viralizó rápidamente en Internet y llegó hasta el Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía, que advirtió que las empresas de transporte tienen la responsabilidad de velar por la vida de las mascotas de sus clientes durante los desplazamientos.
Sobre la controversia, EasyFly explicó que son los pasajeros quienes saben si sus animales pueden viajar en los aviones. Además la aerolínea explicó que Homero no tenía la documentación completa para abordar el vuelo.
A la posición de la empresa se suman los comentarios de algunos usuarios de Internet, quienes consideran que los animales no deberían viajar en cabina porque pueden comprometer la salud de otras personas, que podrían ser alérgicas a su pelo, por ejemplo.