Nuevos indicios reafirman que niños desaparecidos en accidente aéreo en la selva amazónica se encuentran con vida

En el marco de la intensa búsqueda de los cuatro menores que viajaban a bordo de la avioneta accidentada el pasado 1 de mayo en la selva amazónica, militares e indígenas que participan en las labores de rescate han encontrado nuevos indicios que reafirman a la posibilidad de que los niños hayan sobrevivido al incidente.

Las células combinadas de búsqueda, conformadas por las Fuerzas Militares e indígenas Nukak, ingresaron a la zona el pasado lunes 22 de mayo, y en las últimas horas han localizado diversos objetos en dos lugares diferentes, según informó el Ejército este miércoles 23 de mayo. Estos hallazgos podrían proporcionar pistas sobre la posible ruta que tomaron los niños.

El primer hallazgo se produjo a 560 metros al oeste del lugar donde se estrelló el avión Cessna 206, en el cual viajaban siete personas, tres adultos y cuatro menores de edad. En ese punto, una mujer Nukak y comandos de las Fuerzas Especiales encontraron un par de tenis que, por su talla, podrían pertenecer al menor de cuatro años, además de un pañal usado y una toalla verde.

En el segundo rastro, ubicado a 428 metros de distancia al noroeste del lugar del accidente, se encontraron otro pañal, una tapa rosada de un tetero y un marco negro de un celular. Las autoridades están analizando estos hallazgos con el fin de determinar la posible trayectoria que tomaron los cuatro niños.

El avión, operado por la compañía Avianline Charter’s, aparentemente sufrió una falla en el motor mientras volaba entre Araracuara, una remota localidad ubicada entre los departamentos de Caquetá, Amazonas, y San José del Guaviare. Fue encontrado más de una semana después cerca del caserío de Palma Rosa, en el municipio de Solano, Caquetá.

Desde entonces, se ha llevado a cabo una búsqueda intensiva de los cuatro menores: Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4; y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses.

Según las Fuerzas Militares, el estado de los elementos encontrados sugiere que los niños podrían haber estado en esa área entre el 3 y 8 de mayo, y la ausencia de rastros de sangre indica que posiblemente no sufrieron heridas graves.

Las fuerzas especiales han estado enfrentando enormes dificultades en su labor, ya que la selva en los límites entre el Caquetá y Guaviare presenta una densidad que dificulta la visibilidad más allá de los 20 metros y apenas deja pasar los rayos del sol entre los árboles.

Hasta el momento, el último indicio encontrado de los menores fue el pasado 18 de mayo, cuando se hallaron huellas recientes cerca de un caño a seis kilómetros del lugar del accidente.

El Ejército resaltó el esfuerzo conjunto de más de 350 colombianos, entre instituciones del Estado, población civil y comunidades, en la Operación Esperanza, quienes emplean todas sus capacidades tecnológicas, conocimientos y experiencias para desafiar lo imposible y traer de regreso a los cuatro niños.

«Esto alienta el titánico esfuerzo de la Operación Esperanza donde más de 350 colombianos, entre instituciones del Estado, población civil y comunidades, emplean todas sus capacidades tecnológicas, conocimientos y experiencias para desafiar lo imposible y traer de regreso a los cuatro niños», señaló el Ejército.

Además de los hallazgos mencionados, el Ejército y la Aeronáutica Civil (Aerocivil) también encontraron previamente un refugio improvisado construido con palos y ramas, donde se encontraron unas tijeras y unas «moñitas» utilizadas comúnmente por las mujeres para sujetar el cabello. Incluso se hallaron trozos de frutas que supuestamente podrían haber sido consumidos por los niños. En otro lugar, un perro de búsqueda encontró un biberón, presumiblemente utilizado para alimentar al bebé.

La esperanza se mantiene viva entre los rescatistas y las familias de los menores desaparecidos mientras continúan la ardua tarea de búsqueda y rescate en la selva amazónica.

Se espera que estos nuevos indicios sean clave para acercarse cada vez más a un desenlace positivo en la localización de los cuatro niños. La comunidad y las autoridades siguen unidas en este esfuerzo incansable por encontrarlos con vida y reunirlos con sus seres queridos.