Después de 21 días de que 7 docentes de la sede Maimajasay adscrita a la Institución Educativa Indígena número 6 fueran despojados de sus pertenencias y retenidos en contra su voluntad por espacio de dos horas cuando se disponían a cumplir con su jornada académica, las directivas de la institución aún están a la espera de que la Secretaría de Educación y el alcalde de Maicao realicen un pronunciamiento.
Aseguran que no se han tomado las acciones necesarias para que los maestros puedan retornar a sus labores con garantías para sus vidas e integridad. Temiendo por lo que les pueda suceder, los docentes desde el día del atraco colectivo cumplen su jornada laboral en la sede de Paraguachón.
En entrevista con Diario del Norte, Georgina De Luque, rectora de la Institución Educativa, informó que más de 300 niños se están viendo perjudicados y pese a que los docentes no han vuelto a clases, los pequeños siguen llegando a estudiar.
Informó que esa sede educativa solo tiene 55 niños nativos de la zona, todos los demás son de diferentes comunidades aledañas como son: La Lucha, Santa Lucía, Cuatro Bocas, La Frontera, La Loma, Guadalajara, El Jobo, entre otros.
Agregó que las comunidades de la frontera La Lucha, Berlín y Caujalito pertenecen a territorio venezolano pero como los niños tienen documentos de Colombia y en vista de la situación del vecino país, han accedido al sistema educativo nacional.
“Allá podrán ir otros maestros pero quién les va a garantizar la seguridad a ellos y la preocupación es para dónde van a coger esos niños a los que hoy se les están vulnerando el derecho a la educación”, acotó.
La rectora también hizo un llamado respetuoso pero enérgico a las autoridades tradicionales indígenas para que se pronuncien ante esta situación y no solo los de la zona sino todos los de Maicao.
“Dónde están los concejales, ¿acaso no son ellos los padres del municipio? ¿no son ellos los que deben velar por los intereses del pueblo en conjunto con el alcalde? y no vemos su pronunciamiento en defensa de esos niños. Cuántos docentes de la zona rural han atracado, cuántos han perdido la vida; el año pasado a un docente le quitaron la vida para robarle la moto y no pasó nada, una estadística más”, cuestionó.
Aseguró que los maestros tienen toda la voluntad de retornar, pero aclaró que “ellos también deben ser responsables de sus vidas y sus familias les están exigiendo. En estos momentos están en una encrucijada porque está el deber de cumplir su función, pero también está la exigencia de su familia a preservar sus vidas”.
La rectora aseguró que lo que se necesita es que el alcalde y las autoridades tomen acciones contundentes de seguridad.
“Somos conscientes que así estemos dentro de nuestras casas nuestra vida está en riesgo y que nosotros debemos tomar los cuidados necesarios para proteger nuestra integridad y que la seguridad solo nos la da Dios, pero por lo menos que se empiece a ser una dinámica entre todos y que se le envíe un mensaje contundente a los delincuentes: que a los maestros se les respeta”.