El presidente del Sindicato de Trabajadores del Carbón –Sintracarbón–, Igor Díaz, visitó ayer la carpa instalada en la terminal de buses de Amtur en el municipio de Villanueva, en donde se reunió con varios de los trabajadores del complejo carbonífero para informar en qué van los diálogos luego de cumplir, hasta la fecha, 10 días de huelga.
En diálogo con Diario del Norte, el dirigente sindical expresó que hasta el momento no han tenido ningún contacto con los directivos de Cerrejón, pese a que ellos han insistido en buscar espacios para dialogar, teniendo en cuenta que el Ministerio del Trabajo está haciendo sus oficios para lograr una conciliación.
Dijo que dentro de este proceso está la representante a la Cámara María Cristina Soto; la presidenta de la Asamblea, Oriana Zambrano y diversos sectores políticos que adelantan sus gestiones frente a la posición que hoy tiene el Cerrejón.
“El gobernador Nemesio Roys sigue en silencio, ya que estamos reclamando una posición clara ante este conflicto que no solamente afecta a más de 10 mil familias, sino a las familias de empleados indirectos en el Departamento, debido a que ha dejado de circular el salario de todos los trabajadores en cada uno de los 15 municipios”, sostuvo el representante del sindicato.
Asimismo, aseguró que “para Sintracarbón siempre va a ser válido sentarnos y poder buscar una alternativa de negociar, para eso fui elegido y ese es el objetivo que tenemos, y aún en medio del conflicto en que estamos hacemos un llamado a todos para que agitemos las banderas y se pueda generar el diálogo que salve el conflicto finalmente”.
Fue claro en decir que la lucha no es solo por los trabajadores directos a la empresa, cuando Cerrejón habla de cambiar las jornadas de trabajo al que han denominado el “turno de la muerte”, ya que según ellos afecta la salud, vida y tejido social de empleados y sus familias.
“También se habla de reducir la nómina de empleados que están, de los 1.500 trabajadores directos y la diferencia en Cerrejón entre empleados directos y tercerizados es de 1 a 1.5%, y si sacan 1.500 saldrán la misma cantidad de empleados tercerizados que, entre otras cosas, vienen deteriorados en su salario mensual, ya que desde el 24 de marzo vienen con el vencimiento temporal de su contrato”, sostuvo Igor Díaz.
Por último, dijo que una huelga es un elemento más por la defensa de los derechos y no para agravar más la crisis. “La idea es estar unidos para buscar alternativas y hemos dicho que para que surja un acuerdo en Cerrejón deben estar tres razones planteadas, la primera: no reducción, ni eliminación de los beneficios de los trabajadores; segundo el respeto al trabajador y tercero que se derogue el turno de la muerte”.