Cupo de combustible en La Guajira alcanza solo para 15 días, aseguran los expendedores

La crisis por el desabastecimiento de combustible en La Guajira impacta a todos, desde quienes venden la gasolina en las vías conocidos como ‘pimpineros’, hasta los estudiantes que por falta del carburante los vehículos en que se transportan, han dejado de circular.

Las gasolineras en la vía Palomino – Riohacha tienen cupo de 12.000 galones al mes y el promedio diario de ventas es de 1.000 por lo que el suministro solo alcanza para los primeros 15 días de cada mes, según relató a Caracol Radio, Luis Iliche, representante legal de la estación ‘Pelechúa’, quien asegura que el resto del mes sus empleados quedan cesantes.

La escasez de combustible en Venezuela ha disminuido el contrabando de gasolina de ese país en La Guajira, por lo que se ha agudizado el desabastecimiento, dejando ver, según los empresarios del sector, que el 80% de la demanda de gasolina es atendido por combustible que ingresa ilegalmente.

“Antes las personas compraban las pimpinas de gasolina, ahora como no hay, por falta de contrabando, quieren comprar gasolina legal y las gasolineras ya tienen compromisos con empresas bananeras en su mayoría”, explica Marcelino Galofre, trabajador de una de estas estaciones a 15 minutos de Riohacha quien hace tres días pidió acompañamiento de la Policía ante la masiva llegada de vehículos por combustible.

Los ‘pimpineros’ que venden el combustible de contrabando que viene de Venezuela, manifestaron a Caracol Radio que hace cuatro meses una pimpina la compraban en $17.000, ahora se vende entre $60.000 y $70.000.

“Pero a pesar de todo, sí la estamos consiguiendo, no sé cómo la ingresan los que nos la venden”, dijo una mujer que se encontraba apostada en el kilómetro 53 en la vía que conduce de Riohacha al corregimiento de Cuestecita, a una hora del Distrito.

Los estudiantes también padecen por la falta de combustible, puesto que los vehículos que utilizan han dejado de transportarlos por falta de gasolina, obligándolos a ausentarse varios días de sus colegios.

Los que más sufren son los habitantes de las zonas fronterizas, en Paraguachón, corregimiento de Maicao, manifiestan que el alto precio de las pimpinas de gasolina que llegan del vecino país golpea sus bolsillos.

“Aparte de la canasta familiar, nos toca sacar más dinero del bolsillo para pagar por la gasolina para poder movilizarnos”, dice Riccy Deluque, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Paraguachón quien hace un llamado al Gobierno a estabilizar la economía en esta zona golpeada por el cierre de frontera ordenada por Nicolás Maduro desde el 2015. Venezolanos venden gasolina legal

Paradójicamente, ahora los ciudadanos venezolanos dedicados a la venta de pimpinas de gasolina, compran el combustible en Barranquilla y Santa Marta para vender en las vías de La Guajira.

“Ya hace cinco días que no llega la gasolina de contrabando, en Venezuela ya no hay gasolina”, comenta Carlos Balbuena, un ‘pimpinero’ que se ubica en la vía Palomino – Riohacha.

Manifiesta que para “sacarle el mayor provecho” no vende las pimpinas, sino por botellas, así trata que el negocio sea más rentable.

Desabastecimiento

Ante la crisis por falta de gasolina en La Guajira, Arauca, Santander y Norte de Santander, las autoridades han encontrado otra causa ligada a dicho desabastecimiento y en el cual habría participación de grupos narcotraficantes.

Fuentes consultadas por BLU Radio aseguraron que para producir un kilo de cocaína se necesitan 50 litros de gasolina.

El director de la Policía Fiscal y Aduanera, general Juan Carlos Buitrago, aseguró que “este combustible se utiliza también para el procesamiento de clorhidrato de cocaína y allí (zona fronteriza) hay una oferta importante que tienen estos grupos al margen de la ley”.

Cabe recordar que en esa zona fronteriza entre Colombia y Venezuela hay presencia de grupos armados como el ELN, Clan del Golfo, Los Puntilleros y las disidencias de las Farc, pero a esto se suma que hasta el año 2018 Norte de Santander era considerado el tercer departamento con más cultivos ilícitos.