Lo que era un secreto a voces, ya es de público conocimiento, gracias a que los propios protagonistas decidieron contar la verdad.
La situación que se vive en el interior del cuartel de la Policía en Maicao donde hay más de 150 detenidos en condiciones infrahumanas, la destapó uno de los internos que ahora recibe atención médica debido al delicado estado de salud en que se encuentra.
Oscar William Crespo Díaz, un joven que estuvo detenido por haber quemado una basura cuyo humo deterioró el valor de la ropa de un vecino, afirma en un vídeo haber sido víctima de torturas y tratos inapropiados.
Acceso carnal abusivo, 30 segundos y hasta un minuto conectado a la electricidad para demostrar el imperio que existe y las consecuencias de no pagar una cuota interna, son algunas de las situaciones que denuncia.
Gustavo Crespo, padre del joven que llegó a la estación por problemas siquiátricos pero en muy buenas condiciones de salud corporal y física, denuncia que este fue devuelto a su hogar en condiciones deplorables, en un lamentable estado de desnutrición y demencia debido al maltrato físico y a la tortura, presiones que hicieron que el joven perdiera la estabilidad emocional.
Asimismo, dijo sentirse impotente ante lo que calificó como una aberrante situación. “Impotente porque uno ve el tipo de comportamiento que asume un ente tan importante en el país como lo es la Policía ante sus ciudadanos” dijo.
Crespo no cree que nadie se haya dado cuenta del grado de postración en el que se encontraba su hijo, al cual no dejaban ver ni alimentar. Situación que también afecta también a los otros internos, los cuales según Crespo (papá), quieren decir las cosas pero sienten miedo de ser castigados.
Por su parte, una mujer que duró varios días en los calabozos de la Policía en Maicao y que solicitó omitir su nombre, dio cuenta a este medio del maltrato que hay hacia los detenidos.
Reveló que la droga se vende ahí mismo, se ven actos de extorsión y que la comandancia de la institución no hace nada a pesar que es de público conocimiento todo lo que sucede.
“Estando yo ahí, un señor de nombre Pascual se puso muy mal con diarrea, fiebre, vómito y no le prestaron atención. Cuando yo salí lo denuncie ante la Personería y la Defensoría del Pueblo e incluso llamé a Bogotá a la Procuraduría. Denuncié todo y les manifesté del abuso que tuvieron conmigo porque fue un claro abuso para ellos hacer su falso positivo conmigo”, expresó.
Ese sentido, denunció que incluso los mismos policías ponen a unos presos que les peguen a los otros.
De otro lado, Gustavo Crespo añadió que en más de 20 oportunidades se devolvió con la comida que le llevaba a su hijo ya que no se la recibían y que en varias ocasiones se la entregaban a otro interno.
“Los presos que están en la Policía, en su mayoría tienen “La tiña”, un hongo que les afecta las nalgas y muchas veces sus partes nobles, debido a la ausencia total de una asistencia médica”, aseguró.
El abogado Alex Ballesteros, experto en ciencias penales, celebró que por fin hubo personas en Maicao con el suficiente valor de denunciar hechos tan notorios y públicos.
“Lo que se vive en los calabozos de la Policía en Maicao, es el más claro castigo, maltrato y una flagrante violación humana y recordó que de esa situación ya tienen conocimiento el Inpec, la Fiscalía, la Procuraduría y la Alcaldía.
“Hemos hecho 20 informes sobre el tema y de eso conoce muy bien la Defensoría del Pueblo y todos han hecho caso omiso de sus obligaciones y deberes para rectificar estos inconvenientes”, puntualizó el jurista.