La sequía se ha convertido en un problema que atrasa el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los que habitan y forman parte del resguardo de la Media y Alta Guajira, el cual pertenece al extenso territorio del municipio de Uribia.
En los últimos meses esta zona de La Guajira viene atravesando por un largo periodo de verano en el que no ha caído ni una sola gota de lluvia.
“La sequía aumenta la pobreza, además la desidia de la administración local, regional y del Estado agudiza más la crisis, sumado a la llegada de los migrantes venezolanos”, coincidieron varios líderes de Uribia consultados por Diario del Norte.
La falta del preciado líquido se siente cada vez más en las comunidades indígenas y en las poblaciones apartadas que forman parte de los 21 corregimientos pertenecientes a Uribia, donde además los jagüeyes están secos.
Es de mencionar que los miembros de la etnia wayuú se ven sometidos a caminar hasta seis horas para poder abastecerse de los pozos profundos, agua que no es apta para el consumo humano, teniendo en cuenta que los molinos de viento están deteriorados, y que las reparaciones se las hace la misma comunidad de manera artesanal.
Cabe anotar que la intensa sequía en la mayoría de las zonas de la Alta Guajira, afecta especialmente la seguridad alimentaria de los pobladores, ya que en algunas casas solo logran comer un poco de arroz, maíz y espagueti.
Entretanto, los rebaños de chivos y ovejas, los cuales son su principal fuente de ingreso, deben ser vendidos para su sustento. Sin embargo, estos animales se están muriendo a falta de agua, comida y por la ola de calor que azota la región.
“Lo más preocupante de todo es que los más pequeños han sido los más afectados, ya que presentan síntomas de desnutrición aguda, patología que los ha llevado hasta la muerte cuando los casos no son atendidos a tiempo”, expresó una ama de casa. Cuestionamientos del Concejo
Fuertes han sido los cuestionamientos que han realizado en las sesiones ordinarias del Concejo de Uribia sobre el tema del abastecimiento de agua potable tanto para la zona urbana como la rural.
Se conoció que en la actualidad existen 16 microacueductos que están bajo un convenio realizado entre la Alcaldía de Uribia y una entidad contratista, y que supera los mil millones de pesos, hecho que causó impresión entre los concejales, por el alto valor que se registra en recurso humano y la baja cuantía para mantenimiento y compra de repuestos.
Cabe señalar que corregimientos como el Cabo de la Vela, Puerto Nuevo, Puerto Estrella y Nazareth, vienen teniendo inconvenientes por la falta de mantenimiento en las plantas eléctricas que generan la energía para la potabilización del agua. Además, la falta de combustible es otro de los impasses, ya que no es enviado a tiempo para suplir esta necesidad.
En esa misma situación se encuentran la mayoría de las comunidades indígenas que pertenecen al corregimiento de Siapana, que en el gobierno de Juan Manuel Santos recibió grandes inversiones para la construcción de pozos y así dotar a la población del preciado líquido, pero en la actualidad la escasez se hace notable.
“Hacemos un llamado al alcalde, al gobernador y al Gobierno nacional para que implementen un plan de contingencia que nos permita resolver la carencia de agua en nuestras comunidades indígenas, y que nos puedan traer más y nuevos programas de recuperación nutricional dirigidos a los niños y las madres gestantes, y a la población vulnerable”, manifestó Tomás Palmar Jusayú, autoridad tradicional.
Los habitantes que residen en distintos sectores de la Alta Guajira, denunciaron que donde funcionan algunas plantas de agua, no reparten el líquido a las comunidades aledañas, y que en la mayoría de los casos, solo llega a los que residen en la misma zona donde estas tienen asentamiento.
Por otra parte, antes de salir de vacaciones, los rectores de los centros etnoeducativos integrales rurales se tomaron las instalaciones del acueducto municipal, ya que no tenían cómo solventar las necesidades básicas, en especial en el cumplimiento del Programa de Alimentación Escolar, a lo que la empresa Tripla A se comprometió a abastecerlos mediante un cronograma de entrega, supervisado por la Personería municipal y la gerencia del sector educativo.
“En estos momentos esperamos que los políticos no solo lleguen a nuestras comunidades a prometer solución para una mejor calidad de vida y erradicar por completo el desabastecimiento de agua, sino que tengan en cuenta que somos seres humanos y sufrimos por el abandono estatal, de los alcaldes y gobernadores, quienes solo nos visitan en campaña. La corrupción nos está arrebatando el derecho a la vida y necesitamos son soluciones, la falta de agua potable nos está afectando enormemente”, puntualizó uno de los habitantes afectado con la precaria situación.