Hace dos años, un niño wayuú de 10 años de edad llegó al Hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha con varias patologías que le impedían caminar bien.
El menor nació con una deformidad que arquea las extremidades inferiores y una diferencia de 35 centímetros entre la pierna derecha e izquierda, por lo el tobillo, rodilla y tibia de una de ellas no se formaron. Sin embargo esa situación está a punto de cambiar.
Gracias a seis operaciones a las que fue intervenido, el niño ya está a solo 5 centímetros de lograr igualar sus piernas.
De acuerdo a la explicación de los médicos, el pequeño ya está en la fase final de alargamiento de huesos. En este punto se espera que su masa osea crezca al menos un milímetro diario.
Durante este largo y complejo proceso, los galenos tuvieron que reconstruir el tobillo, hacer un injerto de peroné y la tibia, corregir una deformidad del hueso y extender las venas, las arterias y nervios. Luego de este trabajo, los especialistas de la salud se encuentran maravillados con la mejora en la calidad de vida del niño, quien ya puede caminar.
«Para él era muy incómodo caminar. Al tener una pierna más corta que la otra le afectaba la cadera y vivía con dolores. Gracias a Dios ha salido bien y muy pronto va a caminar bien», dijo Lía Isabel Uriana, madre del menor. Además agregó que el estado de ánimo del menor ha mejorado gracias al tratamiento.
«Mi niño lloraba mucho por esa pierna y ahora se ríe y dice que sí está bien», agregó la progenitora del menor.
Por último, Flor Elvira García Peñaranda, gerente del centro hospitalario, aseguró que «gracias al equipo de profesionales del área de ortopedia, comprometidos con la institución y con la salud de los pacientes, al pequeño se le han practicado alrededor de seis cirugías. Su recuperación es satisfactoria ya lo que falta es poco para emparejar la pierna».