A los diversos problemas de Riohacha se le suma la muerte lenta del humedal de la Laguna Salada que comprende el delta del río Ranchería (Riíto), muy a pesar de una acción de cumplimiento interpuesta por el director de Corpoguajira, Luis Medina Toro, y fallada a su favor por un juez de la República que ordenó a la Alcaldía, la Gobernación de La Guajira, Migración Colombia, Bienestar Familiar y Policía Nacional, proteger, conservar y preservar ese ecosistema.
Hoy ese humedal se encuentra en poder de un grupo de personas de la calle que han encontrado allí un refugio para sobrevivir en medio de las drogas, pero también de quienes aprovechan esa circunstancia para actos delictivos.
Al fondo de la laguna se han armado una serie de cambuches que sirven de vivienda para muchas familias venezolanas, que tampoco encuentran espacio en la ciudad para albergarse.
El humedal de la Laguna Salada que comprende el delta del río Ranchería, catalogado como el pulmón de la ciudad y que podría fácilmente convertirse en un atractivo turístico, es el fiel ejemplo del abandono de muchas administraciones que no han encontrado espacio para su recuperación.
La Corporación Autónoma Regional de La Guajira dejó ver la magnitud de la tragedia y a través de una acción popular contra la administración distrital, la Gobernación, el Comando de Policía, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y Migración Colombia, solicitó que se declaren vulnerados los derechos colectivos al goce de un ambiente sano, la existencia del equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento regional de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, al goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público y la seguridad y salubridad pública.
Pidió, además, que se ordene al alcalde Juan Carlos Suaza a restituir el espacio público ocupado por personas nacionales y extranjeras ocupantes transitorias y las asentadas en los humedales.
También requirió al Comando de Policía Guajira a que se implemente un plan de vigilancia y control que garantice la seguridad del humedal de la Laguna Salada, Riíto y delta del río Ranchería para que se impida su nueva ocupación o la realización de actividades de tala, quema de manglares y similares, que causan graves daños al ecosistema.
En la acción popular solicitó al juez que se ordene al Distrito de Riohacha y al departamento de La Guajira, que adelanten las acciones que correspondan para que ejecuten las adecuaciones y trabajos de reforzamiento de la malla de cerramiento de los humedales, especialmente los tramos que se encuentran perforados o destruidos.
El juez Tercero Administrativo falló la acción popular a favor de la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, y a finales del año pasado presidió una primera audiencia que se suspendió porque dos de las entidades convocadas no asistieron.
Sin embargo, el juez propuso que se trabajará en un pacto en donde todas las entidades asuman sus responsabilidades para proteger el humedal.
Se está a la espera que se reanude la audiencia para formalizar la firma del pacto de cumplimiento, y las autoridades empiecen a cumplir con las tareas de su competencia.
Los humedales
De acuerdo al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto de Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt y el Ideam, 1.094 municipios del país cuentan con humedales dentro de su territorio que representan 20 millones de hectáreas, lo que indica que el 87% de la población está conviviendo con ellos que representan alrededor de 29 millones de personas.
Según la Política Nacional de Humedales Interiores, Colombia tiene alrededor de 20 millones de hectáreas de humedales representadas principalmente en ciénagas, lagunas, turberas, pantanos, madre viejas, sabanas y bosques inundados. De igual forma, en el inventario nacional se tiene un registro de 31.702 humedales, que incluye cuerpos de agua inferiores a 25 hectáreas. El 92% de estos registros ya han sido identificados en el mapa de humedales que está en construcción.
Los humedales se destacan por ser uno de los ecosistemas de mayor importancia biológica en la Tierra, uno de los tipos de humedal de mayor importancia ambiental es el correspondiente a los bosques de mangle que crecen exclusivamente en los litorales tropicales y subtropicales del mundo, y se caracterizan de manera particular y destacada por su alta productividad de la cual depende gran parte de la producción pesquera. Entender y determinar los bienes y servicios que ofrecen estos ecosistemas, es uno de los principales derroteros para poder proyectar su importancia económica y de esta manera justificar su existencia y conservación.
El humedal Laguna Salada es un cuerpo de agua natural que actúa como sistema regulador de la escorrentía superficial de su área de influencia. En consecuencia, su manejo debe tener por objeto preservar y restaurar los valores naturales del humedal y de su área de inmediata influencia, en especial el agua y los elementos relacionados con ella, en particular la vegetación acuática e hidrófila, la fauna asociada, los suelos y las condiciones geomorfológicas que han hecho posible la existencia del humedal. Por tanto, las actividades de manejo que propongan sobre él deben buscar evitar la destrucción de las condiciones del humedal, debiendo estar encaminadas a preservarlas y restaurarlas allí donde hayan sido alteradas por las acciones humanas.
La comunidad
Farid Redondo Martínez es un reconocido pescador de Riohacha y no se cansa de denunciar la invasión de personas extrañas al sector de los mangles en el delta del río Ranchería.
Se conoce cada sitio que invaden quienes encuentran en el Riíto un refugio, donde además es fácil observar cualquier cantidad de basuras que se convierte en otro problema que califica de grave.

Precisó que como comunidad han puesto varias quejas a las autoridades competentes, porque el pulmón de la capital guajira se está acabando puesto que la tala es indiscriminada, además de la gran cantidad de basuras que allí dejan algunos recogedores y que después llegan personas que se dedican al reciclaje a ver que les puede ser útil.
“No vengo a inventar ni a señalar a nadie, sino a que se tomen acciones coordinadamente para ver qué se puede hacer con la situación que se está presentando, aquí llegan los indigentes, los venezolanos, los drogadictos que talan el mangle para salir a vender”, dijo.
Además, alertó sobre la quema de alambres que algunos hombres de la calle recogen de las posterías de las redes, les prenden fuego que se esparce y afecta los mangles.
“Pienso que así como han hecho tres festivales en una ciudad y sacan patrocinio para eso, pueden tomar acción para mejorar la situación, todo esta destruido, las mallas, el proyecto de la Laguna Salada lo destruyeron, se perdió muchísimo dinero”, expresó.