La población en condiciones de pobreza, se caracteriza por no tener lo necesario para vivir dignamente.
Ella subsiste en un estado generalizado de negación al acceso de los servicios sociales básicos (salud, seguridad social, educación y vivienda), a los recursos productivos (tierra, capital y tecnología), negación a la infraestructura física (agua, servicios sanitarios y transporte), restricciones para acceder al mercado de trabajo y a la justicia. Igualmente, tienen limitaciones para la participación social y política.
Para las Naciones Unidas, la pobreza es un problema de derechos humanos. Por esas razones, se afirma que una sociedad con alta incidencia de la pobreza, es una sociedad desigual, en donde priman la discriminación y la exclusión social.
Desde la estadística se puede medir a partir de la construcción de las líneas de pobreza, pobreza extrema y la determinación del grado de desigualdad. El Dane señala que la pobreza se presenta cuando el ingreso mensual se encuentra por debajo del costo per cápita mínimo de una canasta básica de bienes (alimentarios y no alimentarios) en un área geográfica determinada. La pobreza extrema ocurre cuando el ingreso mensual per cápita de un hogar, se sitúa por debajo de la línea de indigencia (pobreza extrema) monetaria. La desigualdad se presenta por la concentración del ingreso en pocos sectores, midiéndose a través del Coeficiente de Gini, que cuando tiende a 1 es alta desigualdad social y cuando tiende a 0 es más igualitaria.
Las últimas mediciones presentadas por el Dane, señalan que para el 2018 las condiciones de pobreza aunque vienen disminuyendo desde el 2002, continúan impactando al 27% de la población a nivel nacional. En los centros urbanos la incidencia fue del 24,4% y al 36.1% de los habitantes a nivel rural. Las mayores incidencias de la pobreza monetaria se presentaron en las ciudades de: Quibdó con 48,3%, Riohacha con 47,5% y Cúcuta con 36,2%. En Riohacha, las condiciones de pobreza ganan terreno, el 2018 fue superior al obtenido durante el 2017 donde esta cifra fue de 46,9%, representando un aumento de 0,6 puntos porcentuales.
El Dane también señala que las condiciones de pobreza extrema durante el 2018 impactaron al 7,2% de la población. A nivel urbano incidió en el 4,9% y al 15.4% en el nivel rural. Las mayores incidencias de la pobreza monetaria extrema se presentaron en: Quibdó con el 16,9%, Riohacha 16% y Popayán 7,2%. Cifras
De acuerdo a los resultados de pobreza, pobreza extrema y desigualdad publicados por el Dane para el 2018, Riohacha presenta un franco retroceso, ya que los resultados de la incidencia son similares a los que se obtuvieron durante el 2010 (pobreza 46,9%, pobreza extrema 14,2% y desigualdad 0,523). Los logros y avances positivos alcanzados hasta 2015 en la lucha contra de la pobreza y la desigualdad se perdieron en los siguientes años.
Entre el 2010 y el 2015, Riohacha disminuyó la incidencia de la pobreza a 41%, pobreza extrema a 12,7% y desigualdad con 0.522, tendencia que no se ha podido sostener de acuerdo a los resultados del Dane y que hace más difícil el cumplimiento del primer postulado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que consiste que a 2030 se le debe poner fin a la pobreza en todas sus manifestaciones en todo el mundo.
La desigualdad es medida a través del coeficiente de Gini, definido por el Dane como un indicador que mide la concentración de la riqueza en un área geográfica determinada.
El coeficiente toma valores entre cero y uno, donde cero representa igualdad absoluta y uno desigualdad absoluta. Con base en los resultados para 2018, se señala que Colombia aumentó en su nivel de desigualdad, situándose en 0,517 frente a 0,508 en 2017. Riohacha registra la mayor cifra de desigualdad en Colombia, ubicándose en 0,529 en 2018.
Reflexiones finales
Con base en los resultados obtenidos y, en complemento con estudio de pobreza en Riohacha realizado por Guajira 360° en conjunto con el Centro de Estudios Económicos Regionales (2018), se define que el rezago en materia de pobreza que vive hoy Riohacha es producto de procesos económicos y demográficos que han tenido lugar a lo largo de su historia.
Las dotaciones iniciales del territorio y las condiciones en que surgieron los primeros asentamientos resultaron determinantes en el establecimiento de instituciones extractivas en el territorio y estas, a su vez, se han convertido en un obstáculo para el desarrollo económico y social en la actualidad.
En este sentido, Riohacha requiere de una intervención integral para que logre cerrar la brecha en pobreza que hoy mantiene con el promedio de las principales ciudades del país. Finalmente, alcanzar este objetivo dependerá del fortalecimiento de la gestión pública territorial, a través de una mayor eficiencia en el gasto y en la generación de recursos propios.