A seis días de decretarse un cierre de frontera entre Colombia y Venezuela por dos meses, como medida preventiva ante la alerta del coronavirus, en Paraguachón comenzaron a sentirse los estragos de la medida.
De acuerdo a lo manifestado por habitantes de la localidad, Paraguachón es un paso fronterizo con más de 200 trochas ilegales, lo que hace complicado cualquier medida de prevención que se tome. Además de esto, por ser la frontera más viva que tiene el país con Venezuela, el paso de los viajeros se ha convertido para los nativos del corregimiento en una oportunidad de “rebusque”.
“Seis días y ya parecemos un pueblo fantasma, las autoridades han llegado a darnos una voz de aliento y asegurar una ayuda, pero apenas están organizando la forma cómo brindar ese apoyo y ya vamos en seis días y son dos meses, el panorama no es alentador y como siempre los nativos de acá los más perjudicados”, indicó un morador consultado por Diario del Norte.
Ricci de Luque, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Paraguachón, comentó: “en el corregimiento nunca nos hemos quedado callados y siempre que tenemos que alzar la voz lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo, pero no permitiremos que personas que no son de Paraguachón vengan a alterar el orden público, y el gobernador en su vista lo dejó claro”.
Así mismo hizo un urgente llamado para que todas las autoridades en el menor tiempo posible trabajen en conjunto y pueda llegar la ayuda humanitaria lo más pronto posible.