Durante 72 horas las poblaciones de la Troncal del Caribe, en Dibulla, tuvieron que vivir un “calvario” para obtener los artículos básicos para la canasta familiar, debido a que los comerciantes no abrieron sus negocios por las intimidaciones de un panfleto.
Además el gremio de conductores locales también se vio afectado por la situación, ya que temían que atentaran contra ellos y sus vehículos, si no se acogían a la petición hecha a través del panfleto.
A pesar que el comando de Policía en Santa Marta anunció que dicho documento era falso y que “no había que prestar atención”, las comunidades de Palomino, Río Ancho, Mingueo, Campana y Las Flores se mantuvieron en suspenso.
Cabe indicar que tanto el Ejército como la Policía prestaron vigilancia y acompañamiento a los habitantes de las poblaciones, cuyos padres de familia por temor no permitieron que sus hijos asistieran a clases.
Se conoció que los hoteleros y dueños de restaurantes fueron los más perjudicados, toda vez que no abrieron sus negocios por temor. En la vía solo se nota la presencia de los miembros del Ejército quienes están prestos a atender cualquier hecho.