Estamos a pocos días de culminar el año 2020, un año de prueba que dejó en evidencia nuestra fragilidad, 365 días de mucho aprendizaje y supremamente distintos a los demás, dice un lema de sabiduría popular que: “Después de la tormenta llega la calma”, siempre ha sido así en todas la áreas de nuestras vidas, después de la etapa crítica en donde por momentos vemos que el mundo se nos viene encima, pensamos que ya todo está perdido y no hay solución a nada, de repente cuando menos lo esperamos surge la llegada de la tranquilidad, de la paz y la esperanza, todo esto tal vez a causa de nuestra inquebrantable fe.
La llegada del 2021 nos llena a todos de confianza y muchas ilusiones, nuestra aseveración con respecto al futuro cercano que se nos aproxima nos invita a creer en la posibilidad de que algo mejor nos espera, el 2021 indica el inicio de una nueva página en nuestras vidas que seguramente nos va traer grandes y buenos cambios, el 2020 sin duda alguna marcó nuestras vidas para siempre, pero afortunadamente muy pronto hará parte de un pasado al que mucho le aprendimos, quedará atrás rezagado como aquella experiencia de la cual salimos victoriosos o heridos, pero que logramos sortear y asentir.
Todas las mejores vibras y energías positivas están situadas en nuestra visión hacia el próximo año, nuestras metas, proyecciones y demás anhelos están ubicados en una sola canasta llamada 2021, la fortaleza que nos acompaña es esa fe incondicional que nos mantuvo este año confiados y entendidos que todo lo ocurrido hacía parte de una crisis necesaria que debíamos atravesar, fue una prueba que nos alimentó de infinitas enseñanzas, nos llenó de más fuerzas y más sabiduría, todo lo que pasa en nuestras vidas seguramente tiene un propósito de lo contrario sería imposible adquirir experiencias.
El 2021 traerá con él un retorno paulatino a la normalidad, a la esperanza, muy pronto podremos darnos un abrazo en señal de amor o perdón, las demás áreas de nuestras vidas comenzarán a marcar el regreso de lo cotidiano, los niños volverán a los colegios, los jóvenes las universidades, la normalidad retornará a ser parte de nuestras vidas, estamos seguros que algunas cosas jamás volverán a ser iguales, en definitiva un año en el cual obviamente llegaremos más aprendidos que antes.
Siempre veía que vivíamos los años con temor ante los cambios pero todo lo acontecido nos ha enseñado que un año sin cambios no tendría sentido alguno, regularmente los seres humanos siempre al finalizar los 365 días hacemos un balance sobre lo bueno, lo malo y lo feo de lo acontecido, cada quien decide que reflexión adoptar sobre el 2020, lo único claro es que 2021 hace parte de nuestro futuro inmediato y es ahí hacia donde debe estar fijada nuestras perspectivas, ahí están nuestras próximas metas, el pasado quedó atrás.