La Guajira, además de ser una tierra mágica y encantos, cuenta con incalculables riquezas naturales y culturales, con la mayor población indígena de Colombia conformada por los arzario, chimila, kogui y wayuú, esta última una etnia que resistió como ninguna otra la conquista de los españoles, pero que no está resistiendo el flagelo de la corrupción y el abandono, en el que los niños mueren por problemas relacionados con la desnutrición, y solo el 4% de la población rural tiene acceso al agua potable.
Es el segundo departamento más pobre del país después del Chocó, donde la confianza en los políticos está desgastada debido a las problemáticas de esta tierra maravillosa que enamora a nativos y foráneos con sus paisajes indescriptibles que se agudizan, donde además el panorama político no mejora, ya que es un departamento que en los últimos 4 años ha sido manoseado por 8 gobernadores, algunos con elecciones anuladas, otros suspendidos y hasta condenados, no aguanta un desacierto más, es así como el interrogante que da nombre a este escrito retumba en la cabeza de un pueblo que el próximo 27 de octubre debe elegir nuevamente a un gobernador, pero que exige progresar.
Con un sonajero conformado por 6 candidatos a la Gobernación de La Guajira, en el que no se encuentra ninguna mujer, siendo un territorio de organización matriarcal, parece que el empoderamiento femenino en el campo político aún no es lo suficientemente fuerte para vencer el machismo histórico que ha predominado en la democracia guajira a pesar de que en el 2015 fue electa la primera mujer.
De este grupo selecto de candidatos conformado por diferentes perfiles y profesiones como médico, administrador de empresas e ingenieros, siendo dos los más opcionados: Nemesio Roys y Delay Magdaniel según las encuestas, lo que se aprecia en los acompañamientos populares y en las controversiales redes sociales. El primero avalado por el Partido Conservador y con el respaldo del Partido de la U, Cambio Radical Y Colombia Renaciente, es un ingeniero industrial hijo de un marimbero de la década de los 80 y de la exalcaldesa en dos periodos de Riohacha, pertenece a la elite económica y política guajira visto como un delfín y privilegiado al poder estudiar en las universidades más costosas del país y exterior. Este, perdió una elección cuando aspiró a la Alcaldía de Riohacha en 2015, está comprometido con su padrino político, el representante Alfredo Deluque, también privilegiado y delfín, quien representa en el Congreso a La Guajira desde el 2010, período en el que han muerto miles de niños en el departamento y en el que La Guajira ha estado en un desgobierno.
Alfredo fue quien logró ubicar gracias a su cercanía con el presidente Santos a Nemesio como director del Departamento de Prosperidad Social, cargo del cual salió cuestionado y dejando una mala imagen de los guajiros ante el país, quien lleva en su contra un proceso de revocatoria de inscripción en el CNE por posible doble militancia, al apoyar y recibir apoyo de candidatos de otros partidos políticos.
Asimismo, Delay tiene un proceso ante el CNE por incurrir presuntamente en doble militancia a pesar de estar inscrito por el movimiento que recogió firmas en el departamento. A diferencia del anterior, este es primera vez que aspira a un cargo de elección popular, es ingeniero civil y recientemente fue secretario de Planeación en la Gobernación, motivo que ha generado controversia respecto al encontrarse inhabilitado para ser gobernador por el tiempo en el que renunció al cargo para iniciar con el proselitismo en su búsqueda de asumir dicho cargo, tiene una experiencia básica en la administración pública, pero cuenta con el respaldo del exgobernador Wilmer González, condenado por delitos electorales y de lo que queda del ‘kikismo’.
El panorama evidencia la triste realidad existente en un país donde asumen puestos políticos los mismos con las mismas, detrás de unas candidaturas torcidas en el que estos tienen poca responsabilidad con la difícil situación en la que se encuentra el departamento.