Es pertinente y necesario focalizar las distintas formas de promover medios de trabajos y servicios que sirvan de oportunidad laboral, para quienes se encuentran desempleados y puedan devengar salarios, jornales u honorarios.
La mayor fuente para la vinculación de personal en cadena laboral, la constituye campo agrícola y las industrias, con las adecuaciones y tecnificaciones, para la ejecución de diversas operaciones, consecutivas e inherentes en las distintas actividades que se desarrollen.
La agricultura es la mejor opción para salir del atolladero y perfilar desarrollo y progreso. Pero sin lugar a dudas, requiere de una importante inversión, recuperable con los frutos que se cosechen y comercialicen. De igual forma, garantizar la seguridad jurídica y de orden público anti delincuencial para prevenir la extorsión y secuestros, apoyando a la Policía Carabinera, rural, ejércitos y guardabosques, que controlen los movimientos de personas dudosas, que merodean y visitan predios ajenos.
Se necesita motivar e incentivar a los campesinos, para activar el uso de las tierras, calificada y clasificadas a efecto de las vinculaciones participativas en programas, relativos a ofertas de trabajo participativos en cultivos de frutas, cereales, tubérculos, leguminosas, hortalizas y otros. A los campesinos que porten la tierra y le aprueben el crédito, no se desembozarían en dinero efectivos entregárselo a los beneficiarios, estos recursos quedan sujetados para destinarlos a cubrir los gastos por los servicios, bienes y elementos que se requieran; por último, cancelar los pagos laborales. Los pequeños y medianos, productores dueños de la tierra verán las ganancias con los resultados positivos que arrojen los cultivos, sobre los cuales rentaría de la comercialización del producto agrícola, previos descuentos del crédito utilizado, Es decir, el campesino pone la tierra y de acuerdo a los gastos por hectárea se aprueba la suma o desembolso que se va utilizar de manera diversificada y garantizada para la efectividad de los cultivos.
Los tres productos agrícolas que más divisas generan a la nación son: café, banano y flores. Va por buen camino el aguacate y por procesamiento: azúcar y aceite de palma.
Pero que tal si se impulsan promoción de por lo menos, unos veinte productos agrícolas, con promoción de mercadeo internacional exportables, cultivos: cítricos (limón y mandarina), trigo, cebada, soya, yuca, ahuyama, maíz, maracuyá, melón, ñame, cannabis, guanábana, etc. La transformación de los citados productos, en subproducto, constituye en otra plataforma de empleo diferente a las actividades laborales del campo. En la segunda plataforma se necesita, personal para labores industriales, de empaques, cargas y transporte; independiente de los que ejercen en administración, aseo, seguridad y servicios varios.
Las inversiones en agricultura, ganadería, criaderos, frutos marinos y pesca; además de abrir espacio para empleo de personal, también beneficia el abaratamiento de la canasta familiar, bajando los precios internos de: frutas, verduras, cereales, carnes, mariscos y otros.
El gobernador Nemesio Roys y los alcaldes de La Guajira, deben tener en cuentas estos anuncios y detalles para que se implemente e incorporen en los Planes de Desarrollo que se aprueben en la presente vigencia fiscal, para iniciar un trabajo mancomunado en conjunto globalizado que permita jalonar recursos económicos de los Ministerios de Agricultura, Ciencia y Tecnología y Regalías, para que se materialicen durante el período de gobierno con programas agrícolas, generadores de empleos vinculantes.
La minería (carbón y gas) mengua hacia futuro. Al extinguirse o terminar las operaciones mineras, deja cesantes una cantidad considerable de personas desempleadas. Desde ya debe atenderse la forma como enfrentar y llenar el vacío, para mantener los ingresos de salarios, que se irrigan internamente en consumo, beneficiando el comercio. Los créditos que se aprueben para incentivar y activar el campo, deben ser amparados con una póliza de seguro, cuyo valor será subsidiable por el Gobierno nacional, para pequeños y medianos agricultores, en procura de promover fuentes de trabajo, orientado por fundación sin ánimo de lucro que rindan cuenta de gastos presupuestados, en cumplimiento de obligaciones generada del créditos.