Los consumidores de Riohacha y porque no decirlo en los demás 14 municipios de La Guajira, están desprotegidos, muy a pesar de que el presidente Santos expidió la ley 1480, por medio del cual se estableció el nuevo estatuto del consumidor.
En el nuevo estatuto del consumidor se describen, entre otros, los derechos de los consumidores: recibir productos de calidad de conformidad con las condiciones que establece la garantía legal; derecho a que los productos no causen daño en condiciones normales de uso; obtener información completa, veraz, transparente, oportuna, verificable; derecho a recibir protección contra la publicidad engañosa; derecho a reclamar directamente ante el productor, proveedor o prestador y obtener reparación integral; elegir libremente los bienes y servicios que requieran y entre otros, el consumidor, tendrá derecho a ser tratados equitativamente y de manera no discriminatoria.
A su vez, el estatuto del consumidor establece unos deberes que debe de ejercer el consumidor entre ellos: informarse respecto de la calidad de los productos, así como de las instrucciones que suministre el productor o proveedor. Obrar de buena fe frente a los productores y proveedores y frente a las autoridades públicas como también cumplir con las normas sobre reciclaje y disposición de desechos de bienes consumidos.
Parece que fuera un simple comentario que en el Distrito no existe ninguna autoridad que controle o restablezca los derechos de los consumidores. Por ejemplo: podemos ir a un almacén de repuestos en la calle 15 en esta ciudad y comprar un elementos para el vehículo automotor y ese mismo repuesto de la misma marca y las mismas especificaciones lo vende otro almacén con un precio diferente más elevado y frente a esto, no existe ninguna autoridad en Riohacha a donde podamos acudir para que por lo menos verifique y en caso de se haya vulnerado un derecho se adopten las acciones pertinentes.
Si lo anterior sucede en un almacén de repuestos donde el consumidor es selectivo debido a que no todas las personas tienen vehículo automotor, la pregunta es: ¿Qué sucede en las tiendas donde es por excelencia el sitio donde más acuden los consumidores a proveerse de toda clase de productos? En las tiendas o abastos, la situación es aún peor, estos establecimientos de comercio, que en su gran mayoría están en manos de personas oriundas de otros departamentos, el consumidor sin distingo de clase social, llega a proveerse de alimentos pero están desprotegidos debido a que en dicho sitios la autoridad es el mismo comerciante, él le ubica el precio que le da la gana al producto que ofrece, de tal manera que escapan a un control en asuntos de precios y medidas.
Frente a lo anterior, por ejemplo, la Cámara de Comercio solo se limita a conminar a los tenderos a que estén al día con el Registro Mercantil pero es poco el aporte para no decir que ninguno que hace para regular los precios y medidas conjuntamente con el Distrito; y si no es de su competencia, por lo menos la Cámara de Comercio está llamada a hacer un plan de pedagogía al consumidor y al mismo comerciante; pero si en esta institución llueve qué decir de la Secretaría de Gobierno de Riohacha, lo que observa el ciudadano residente de la gestión del secretario de Gobierno es que actúa mas como autoridad de Policía, su gestión la muestra en su discurso más en querer bajar los índices de delincuencia, pero me atrevo a decir que ante de posesionarse como secretario no le presentó al alcalde Suaza un documento que consolide unas políticas públicas sobre seguridad ciudadana en el Distrito, y me atrevo a afirmar que él desconoce entre otras, que es una función de la secretaría delegada por la Superintendencia de asumir funciones de control de precios y medidas.
Sea el momento de recordar la época en que el exsenador Jorge Ballesteros, cuando se desempeñó como alcalde de Riohacha, entre las instancia institucionales adscritas a la Secretaría de Gobierno en manos de la Dra. María Sabino estaba la oficina de Precios, Pesas y Medidas que recuerdo la dirigía el gestor cultural y cantante de todos los tiempos, Pedro Sala, y quién en su momento hizo una buena labor en el viejo mercado público.
Señor secretario del Distrito de Riohacha, favor apersónese de la regulación de los precios pesas y medidas, deje esa labor de la seguridad ciudadana en manos de su director correspondiente y del coronel de la Policía; señor alcalde Suaza, insisto, más que crear unas nuevas secretarías que no podrán operar porque para ello se necesita garantizar los emolumentos salariales a los secretarios y que sea de paso el Distrito no tiene como asumirlos, más bien su secretario de Gobierno debe liderar la creación de una dependencia o delegar unas funciones específicas a alguien para que asuma real y objetivamente la Oficina de Precios, Pesas y Medidas y por lo menos ponga en cintura a los tenderos y demás comerciantes del Distrito para así garantizar y hacer efectivo los derechos de los consumidores. Sus comentarios williambermudezbueno@gmail.com