Beneficios de la vitamina C

La historia de la vitamina “C” se remonta a 1.749 cuando James Lind (médico escocés) quien, en medio de una epidemia de brote de escorbuto en un barco, demostró que con el consumo de frutas cítricas este se prevenía, de ahí también se le conoce como “antiescorbútica”.

En 1.749 el Premio Nobel de Química fue concedido a Walter Norman (químico británico) y a Albert Szent_Gyorgy (fisiólogo húngaro) Premio Nobel de Medicina, a ambos por sus estudios sobre la vitamina C o ácido ascórbico como también se le conoce.
La importancia de la vitamina “C” radica porque es un potente antioxidante, actuando para disminuir el estrés oxidativo, es esencial para el desarrollo y mantenimiento del organismo, por lo que su consumo es obligatorio para mantener una buena salud, la vitamina “C” ayuda al desarrollo de la absorción del hierro, al crecimiento y reparación del tejido conectivo normal (piel más suave, por la unión de las células que necesitan esta vitamina para unirse), a la producción de colágeno metabolización de grasas y la cicatrización de heridas. También se considera un factor potenciador para el sistema inmune.
Para personas con cálculos renales no se recomienda el consumo de suplementos o altas dosis, ya que pueden agravarse los síntomas de la dolencia; esto sucede porque la vitamina “C” se transforma en oxalato en el cuerpo humano, fomentando en esas personas propensas la litiasis renal por cálculos de oxalato. De igual forma los suplementos de vitamina “C” pueden interactuar con algunos medicamentos utilizados en el tratamiento contra el cáncer, reduciendo su efectividad.
El consumo normal de la vitamina “C” sirve para: Evitar el envejecimiento prematuro (proteger el tejido conectivo, la piel de los vasos sanguíneos), facilitar la absorción de otras vitaminas y minerales, como antioxidante, evitar las enfermedades degenerativas tales como arteriosclerosis, cáncer, demencia, entre otros, evitar las enfermedades cardíacas, previene la gripe, tiene un papel fundamental en la formación de colágeno, prevenir escorbuto, polio y hepatitis, disminuir la incidencia de coágulos en las venas, ayudar en los movimientos articulares, acelerar el proceso de curación de heridas, lesiones y quemaduras, la vitamina “C” es el mejor nutriente para evitar la fatiga muscular, dado que, le ayuda al cuerpo a absorber el hierro de los alimentos, lo cual evita la anemia y las molestias por el cansancio muscular.
La cantidad diaria recomendada de vitamina “C” es de 75 miligramos (mg) al día para las mujeres y 90 miligramos para los hombres, según el instituto de investigación Mayo Clinic. Durante el embarazo, se recomiendan 120 miligramos cada día. El límite máximo para todos los adultos es de 2.000 miligramos diarios.
Las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina “C”. Para ingerir las cantidades recomendadas de vitamina C, consuma alimentos variados, en su orden por contenido en cada 100 gramos comestibles están: la guayaba (273 mg), grosella negra (200 mg), pimentones de todas las clases(131 mg), papaya (80 mg), kiwi (65 mg), coliflor (65 mg), coles (60 mg), repollos (60 mg), frambuesa (60 Mg), limón(50 mg), naranjas (50 mg).Al ser una vitamina hidrosoluble, su eliminación por el riñón por diuresis es extremadamente eficaz, por lo que los excesos se pueden eliminar en menos de cuatro horas.
La vitamina “C”: es muy sensible al calor (termolábil), de modo que en una mala cocción se puede perder hasta el 50% de su dotación o destruirse totalmente. También es sensible a la oxidación, aunque no tanto como se creía. Así mismo al ser hidrosoluble puede perderse en parte en el lavado o remojado. Al igual que el calor el oxígeno oxida o mata la vitamina C.
Como recomendaciones aconsejo, no hervir ni cocinar las frutas, estas deben consumirse crudas, los jugos se preparan en el momento de consumirse y agregar hielo inmediatamente, las frutas pueden congelarse directamente o hacerlo en forma de concentrados en bolsas limpias, se deben servir tanto frutas como jugo en envases de vidrios, no utilizar aluminios o hierro, deben comprarse fresca que se les note la hidratación. Cuando se adquieran jugos preparados observar su fecha de vencimiento y tabla de información nutricional.
Como elemento de tocador o de belleza la vitamina C, al ayudar a la producción de colágeno mejora la elasticidad y textura del rostro, reduce visiblemente las arrugas y líneas de expresión y disminuye los signos del envejecimiento. Refuerza la función de barrera de la piel, ayudando a mantener los niveles de humedad elevados. Recuerde, ninguna fruta se hierve o cocina.