¿Hasta cuándo seguiremos los guajiros, pasivos e indiferente con desacredito, ofensas, vileza y engaños? ¿Qué nos pasa? Nos colocan por el suelo, aprovechando debilidades y fraccionamientos internos. Dejemos atrás las rencillas políticas, los revanchismos y las discusiones estériles que a nada nos conlleva. Las divisiones y fraccionamientos por intereses personales, nada bueno conlleva en relación con defensas de bienes, derecho e intereses colectivos. Las divisiones solo sirven para que nos golpeen y nos jodan. “La unión hace la fuerza”. La democracia, gobierno del pueblo, se respeta cuando la masa popular se afianza con principios y objetivos comunes y generales. No dejemos solas las golondrinas ni en verano ni invierno que se manifiestan reprochando, cuestionando, denunciando y proponiendo alternativa. Nada ganamos criticando y burlándonos de actitudes y acciones defensivas en soledad sobre temas particularizado, cuando lo que debemos es apoyar y sumarnos a las causas que a todos nos atañe.
La Guajira es el mejor departamento de Colombia por su ubicación geográfica, dotado de condiciones naturales especiales para la explotación económica. Hemos sido víctima, tolerante e idiota con la corrupción que de mala fe nos atribuyen, desde el poder central para considerarnos inservible, delincuentes o sin dignidad, deshonrándonos cuando los maestros directores de la corrupción la iluminan e insinúan desde la cima de los poderes públicos, órganos de control y penal. Los corruptos ven la paja en el ojo ajeno como la expresan y manifiestan en la capital Bogotá, donde reina la podredumbre de corruptos que nos insultan y menosprecian sin recibir de nuestra parte ninguna reacción de rechazos, validando abusos y arbitrariedades con quienes habitamos el territorio guajiro.
A los gobiernos de turnos tenemos que ponerlos en sus puestos si no queremos que sigan humillándonos con atropellos e irrespeto en las proyecciones individuales, públicas y privadas que se ejecuten en el territorio departamental. Nuestro representante no deben pasar de “agache” ni hacerse el de la vista gorda ni comportarse, pasivos, evasivo e indiferente por mantener relaciones y enlaces, cómplice y encubridor con actitudes y operaciones dañinas en perjuicio de La Guajira, como ocurrió con el robo de las regalías que compensaban en parte el deterioro del daño ambiental. Las partidas, asignaciones o mermelada que reciben las honorables parlamentarias del gobierno para mantenerlo en coalición mayoritaria, no fundamenta que silencien y callen en circunstancias desventajosas que debe informarse y denunciar públicamente.
¿De qué han servido las intervenciones en salud, educación y agua potable en La Guajira? ¿Por qué no se ha cumplido los ordenamientos de las sentencias, de las cortes Constitucional, Suprema y Consejo de Estado? Se han omitido de seguimiento y monitoria en niños afectados y muertos, manipulando y desinformando para justificar desastrosa labor.
Para motivar las intervenciones en La Guajira, analizaron y consideraron las condiciones de servicios intervenido desde Bogotá, malo y pésimo en todo. Ahora estamos peor, con tres años de intervención. En salud no se ha frenado la pandemia de hambre, que continúan causándose muerte de infantes desnutridos de la etnia wayuú.
Educación saltan burbujas de incoherentes manejos carentes de transparencia, con contrataciones a dedos y favorecimientos selectivos en beneficio de algunos planteles educativos, de manera fraccionadas, sin diseños, licitaciones o concurso de méritos, sin interventorías y una serie de irregularidades denunciadas por la periodista Katia Salem Ospino, coadyuvada por el contralor departamental José María Moscote Pana, quien recolecta de pruebas para rendir informe público relacionado con irregularidades e ilícitos y compulsarla a la Procuraduría, Contraloría y Fiscalía. ¿Por qué no se dispuso en la intervención del agua, la terminación de la represa del río Ranchería para mitigar y solventar la escasez de agua que padece La Guajira estancada? ¿Cuánto jugo le han sacado a La Guajira y cuál ha sido la compensaciones y retribuciones que ha recibido? No nos crean tan pendejo. Les parece poco el robo de las regalías, de carbón y gas. Ahora van explotar las energías alternativas sin que se haya especificado beneficio alguno para el Departamento, municipios y territorios indígenas de La Guajira, cuando el Departamento y municipios deben constituirse en socio natural de proyectos eólicos, solares y otros que se instalen en la península. Tenemos que hacer valer el derecho natural que Dios ha concedido a La Guajira, suministrando el combustible para generar energías alternativas. El sol y los vientos no son propiedad privada de nadie en particular, si no de Dios. No es lógico permitir que invadan La Guajira, con infraestructuras eléctricas para explotar riquezas sin retribuciones económicas y obras para el territorio. Que las instalen en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, etc., a ver si le resulta igual. Aceptarle que nos den migajas, endulcen con porcentaje ridículos o en el peor de los casos, dejarnos en blanco, depende de la voluntad y reacción popular de los guajiros.