Por Manuel Esteban Cuello Acosta
El anterior titular amerita de nuestra parte un cuidadoso estudio de lo que somos y hasta lo que podemos llegar a ser, incluyendo reflexiones, introspecciones durante el discurrir de nuestra existencia.
Quiero en forma somera referirme al egoísta, a esa persona que practica el egoísmo que, es el excesivo amor que uno tiene así mismo, que hace atender desmedidamente el propio interés.
Esta persona rinde culto a la idolatría que, es culto amor excesivo de sí mismo, no todos nacemos perfectos, muchos venimos a este mundo con imperfecciones y defectos, otros nacen sanos y la sociedad los corrompe al decir de Juan Jacobo Rousseau, la mayoría de las personas venimos a este mundo con carencias o falta de cualidades propias de una cosa o persona. Valoremos nuestras acciones, aprendamos desde niño a entender que, el hombre “es tantas veces más hombre, cuanta sabe comprender sus errores”. Se hace necesario para poder vivir mejor reflexionar, que es meditar detenidamente una cosa o volver a considerarla.
Desde muy temprana edad, el hombre ha mantenido una lucha constante entre acción y condición.
Los descuidos, las omisiones, las negligencias, el abandono, el olvido, predisponen al hombre a la imperfección. El significado que nos da a entender el titular de este escrito que, los defectos nacen con uno y con uno mueren, pero la permanente lucha entre error y corrección, entre cualidad y defecto nos permite una enmienda permanente y un deseo de superación.
Cuando ejercemos actos de responsabilidad, cuando actuamos como autoridad o gobernantes o cuando nos toca definir una situación para dar solución a algo, requiere de nuestra parte, observar facultades y atribuciones, obediencia y acato a la autoridad para no prevaricar.
Preparar anticipadamente las cosas para un fin, prever, advertir, avisar. Preocupar el ánimo de uno, moviéndole a prejuzgar personas o cosas.
Sobrevenir, sorprender. Disponer con anticipación, prepararse de antemano, esto es prevenir.
Las buenas lecturas, los buenos consejos, las oportunas asesorías y orientaciones nos permiten, con ventajas de nuestra parte, una eterna lucha entre lo que deseamos ser y el significado atribuido al titular de este escrito que, amerita una división de opiniones y sugerencias.
Procuremos conocer la índole o propiedad de las cosas. Índole es condición e inclinación natural propia de cada uno.
Naturaleza y condición de las cosas. Naturaleza es esencia, característica de cada ser. Característica, cualidad que da carácter o distingue a una persona.
Carácter, índole o condición de una persona.
Los adagios, máximas y sentencias nos dejan sabias enseñanzas y lo importante de esto es, ponerlas en práctica.
Cada vez que alcanzamos el conocimiento de algo y para nuestro bien, logramos ponerlo en práctica en beneficio de nuestras acciones
Para un mejor conocimiento de las cosas, del significado del vocablo escogido para la redacción de una narrativa clara, entendible, significativa, respetuosa y poseedora de hilaridad que, le permita al lector conocer en cierta forma cuál ha sido el pensamiento el escritor.
La ciencia y la técnica colaboran con los imperfectos físicos de la personas y existen instituciones ortopédicas que solucionan en parte los defectos traídos desde el nacimiento y adquiridos en el discurrir de su vida. Son muchas las empresas que nos brindan estos aparatos ortopédicos tales como silla de rueda, caminadores, muletas, bicicletas especializadas, rampas y otros más que solucionan en parte, defectos con que nacemos o adquirimos.
Existen personas en el planeta tierra demasiados apegados a sus caprichos, la mayoría de las veces mueren con ellos, estas personas en su mayoría son egoístas, ególatras, ambiciosos, tercos, pesimistas. Procuremos ser capaces de sobreponernos, autoeducarnos, corregir nuestros defectos, esto debe ser tarea permanente, cosa que, cuando la “parca” venga por nosotros nos encuentre limpio de errores y defectos,
Nuestros padres y maestros son en su mayoría los oportunos orientadores de nuestros actos iniciados desde la infancia y la mayoría de las veces prolongados hasta un poco más allá de nuestra edad adulta.