Nací, me crié y vivo en Villanueva, o sea que este terruño también es Villanueva mía. Hoy disfruto sus bondades como saborear sus malangas serranas, disfrutar de su Festival Cuna de Acordeones o deleitarme en sus acostumbradas parrandas caseras con sus más grandes artistas, que en Villanueva es común interactuar con ellos y lo que para el foráneo es el anhelo más soñado.
Tener al frente un José Jorge Villero Jiménez, compositor que ha escalado muchas veces el podio del Festival Cuna de Acordeones, por sus composiciones talentosas, o aún José Cachete, que hoy por hoy es el compositor consentido de Silvestre Dangond para grabarle sus obras musicales por su pega-pega y calidad. O a un Octavio Daza Gámez, quien ha subido al podio festivalero en más de doscientas veces y hoy flamante rey de la canción inédita en el cincuenta y doceava versión festival vallenato o un Teobaldo Peñaloza, dos veces rey vallenato que en piquería filosofa en cuatro palabras, especie en vía de extinción, eso es inolvidable.
Así como brotaron de tus entrañas estos reyes en el folclor, así también provéenos de un alcalde rey Villanueva mía.
Un alcalde rey en la apertura de frentes de trabajos, para combatir el flagelo más nefasto que nos aqueja, el desempleo.
Un alcalde rey en la reivindicar la producción campesina. Que mire hacia la despensa más grande que tiene Villanueva, la Serranía del Perijá, que haga una mirada integral, vías de penetración, asesoría técnica, créditos blandos etc., etc.
Un alcalde rey en la prestación de servicios de salud, que el villanuevero nazca en Villanueva y que la cobertura en salud sea total.
Un alcalde rey en gestionar establecimientos de grandes empresas en Villanueva como las instalaciones de supermercados Olímpica, que invierta el actuar de hoy, que en vez de encarecer el metro cuadrado de tierras para su construcción, más bien done los lotes condicionando un porcentaje mínimo de mano de obra.
Un alcalde rey en gestionar creaciones de empresas que las incentive, eliminando el cobro de impuesto local. Que la empresa que tercerice la prestación del servicio del agua, sea mixta en su capital un porcentaje de la Alcaldía y otro porcentaje de la comunidad aportante, para que el sentido de pertenencia se crezca y las utilidades se queden.
Un alcalde rey en combatir la corrupción para que el bien público sea para él público y en apoyar la juventud en su gabinete que se note el relevo generacional con personal fresco honesto, capacitado y con ganas de servir a su pueblo.
Un alcalde rey en apoyar nuestro folclor, para que al final de su periodo, inauguremos el anhelado escenario artístico.
Si este 27 de octubre miramos colectivamente y deponemos los intereses personales en los análisis en los programas de gobiernos propuestos y optamos por el programa con más contenido social, es posible tener un alcalde rey en la Villanueva mía.