“Sé que en mi vida no vuelves a ser, en otros tiempos diciembre triste a mi alma viste llena de placer”.
Fue en el año 1971 cuando Los Hermanos López, Miguel y Pablito en el acordeón y la caja respectivamente, con la voz de Jorge Oñate y la guacharaca de Poncho Zuleta, los coros de Esteban Salas y Angel Fontanilla y el bajo de Armando Krol, dieron a conocer su primera producción discográfica que titularon ‘Lo último en Vallenato’, incluyeron en la misma ‘Diciembre alegre’, una canción de Emiro Zuleta Calderón, un excelso compositor nacido en La Paz, a quien en esa producción, le grabaron además, ‘Recuerdos’ y ‘La Paz’; el título y aparte transcrito preliminarmente corresponde a la primera de las mencionadas, en las que expresa su melancólica reflexión, por la tristeza que marchitó la Navidad precedente, igual recuerda que los días de diciembre son los más fugaces, hasta que llega enero “con su cruel verano”.
Hemos recordado esa canción, en esta madrugada cuando recién nos amanece el primer día del nuevo año, abrumado por sentimientos encontrados, preliminarmente feliz porque a pesar de tantas pérdidas de gente valiosa y caras a nuestros afectos en el año que se fue, aquí estamos con vida y salud, lo cual es una ganancia, y muy triste por las graves afectaciones en la salud de personas que ocupan un lugar especial en nuestro corazón.
Evidentemente, ha concluido un año difícil, de tribulaciones, dolor, lágrimas y grandes pérdidas humanas y materiales, pero que igual ha propiciado para algunos sectores nuevas oportunidades que en tiempos normales eran impensables, nos aprestamos a iniciar un año colmado de incertidumbres, pero también de grandes expectativas, creo que nada más malo que lo sucedido durante el 2020 se podrá esperar, Dios nos ha colocado durísimas pruebas que la humanidad pudo afrontar y superar, a pesar de todo, y ahora tienen que llegar los grandes motivos para el consuelo.
Viene también a mi mente ‘Cabañuelas’ una canción de Roberto Calderón que le grabaron Poncho y Emilianito y está incluida en el LP ‘Por Ella’ que salió para los carnavales de 1982, en las que refiere que “Ya viene enero y empezando el año, rostros alegres esperanza sueñan”, me asiste la íntima convicción que nuestro sueño con un año mejor, se traducirá en la primacía de la gran realidad,
También viene a mi mente Polo Montañés, el campesino autodidacta que alcanzó la fama a los 43 años de nacido, quien interpretó con su guitarra y su voz la canción ‘Amanece un nuevo año’ con su sentido relato de su vivencia comenzando aquel año, sin saber que para él sería el último porque se despidió de este mundo unos meses después en un accidente sucedido el 20 de noviembre de 2002 en viaje de regreso desde La Habanaa San Cristóbal, esa canción llena de optimismo y buenos augurios dice así: “Amanece, y veo en el cielo, una luz allá en lo alto, me doy cuenta que hoy estamos a primero, que acaba de empezar un nuevo año, buena suerte, no me quejo de haber cumplido ya cuarenta y tantos, y aunque no me siento nada viejo se me notan las arrugas de los años, me dejo llevar, por mi voluntad, que me ayuda siempre y me lleva a todas partes, para que sufrir, para que llorar, si me queda un mundo todavía por delante… Año Nuevo, Nuevo Año, la vida no se detiene, el sol sigue alumbrando”. No presintió nunca que se estaba despidiendo, su vida si se detuvo, el sol para el dejo de alumbrar, pero igual que el astro encendido ahora está cerca en las alturas, su reinado ya no es de este mundo a donde vino, alegró nuestros corazones y se fue para siempre a ocupar su lugar en el mundo de estrellas celestiales.
Dios nos proteja a todos, y enfrentemos lo que viene con el optimismo de quien espera una vida fecunda, prolongada y bendecida.
¡¡Bienvenidos al año bueno!!