La Guajira un territorio que además de la riqueza natural que tiene, ahora hasta sus vientos adquieren un valor para las multinacionales que hoy vienen a multiplicar sus bancas mundiales, tomando como epicentro la Alta Guajira, territorio sagrado y ancestral, donde los wayuú tienen sus asentamientos y costumbres, allá donde nadie voltea a mirar, solo para gozar de su territorio, su mar, sus riqueza artesanal, la que es abusada cuando cualquier multinacional tiene intención de proyectar y multiplicar sus dólares.
Mi guajira, mis paisanos son señalados por hacer valer desde la misma conquista, colonización lo que se considera territorio sagrado, porque han luchado por permanecer en ella y que no le hacen daño a nadie, hay cosas por mejorar como en todas las culturas, pero no es justo que la señalen por tener una tradición y normas. La Guajira según la Onic es territorio ancestral, es un derecho ganado y reconocido por todos los hermanos Guajiros y Colombia. A nuestro departamento ahora desde el norte al sur están siendo intervenidas por empresas como Energía Bogotá, Celsia Energía, que la vieron y de inmediato dibujaron el signo euro al ver la oportunidad de poder utilizar lo que es sagrado para los wayuú, su territorio, pero lo que sorprende es que su presencia esté generando conflictos entre los miembros de los territorios y además que quieran venir a imponer sus reglas, que irrespeten los procesos que se viene gestando en cada rincón del departamento, dirán que los wayuú y guajiros brillan por ignorantes, que pena señores pero la misma circunstancia y abusos, les ha enseñado a hacer valer lo que son, hasta el punto de pensar que desde la base de su subestación, que hoy ya tiene nombre propio Camelias entre otras, es decir ya tienen territorio, el dueño del circo se craneó y pensó en ello, y dijo aquí es, aquí se queda. Además todos sus procesos tiene incidencia en toda la vida del guajiro, los pesos que darán a cada comunidad, no es la mitad de la mitad de lo que le queda a los dueños de los euros, porque se sabe que quienes están trabajando por este proyecto, guajiros y colombianos son a los que menos le generará riqueza, tal vez cierta comodidad, mientras construyen para aquel que tendrá una riqueza perpetua por nuestras tierras.
Lo que paguen jamás sustituirá lo que quedará por siempre, pero los cambios deben darse, se dará, claro que sí. Hay leyes y normas que a los indígenas resguarda y que no permiten más abusos, no permitirá más condena a la miseria mientras otros se enriquecen en sus tierras.