Este no es un artículo de mi amigo y también columnista de este Diario, Hernán Baquero Bracho, pues este tipo de líneas son uno de su estilo, al igual que en la canción vallenata que inmortalizó el poeta Ciego, esta canción es de Leandro Díaz, pero parece de Emilianito, me aventuro en esta narrativa a ofrecerle un tributo a un personaje muy nuestro, al ‘gorrero’.
El ‘Gorrero’ es un fulano presente en todas las eventualidades donde se festeja cualquier motivo: parranda, cumpleaños, matrimonio, patronales, centenarios, paseos, velorios y pare de contar.
Su estilo es el de caza eventos, pero el ‘gorrero’ tarde o temprano se aparece, y no hay parranda completa sin su presencia, él se convierte en el reparte tragos, distribuye comidas, baila con la homenajeada y hasta se atreve a echarle los perros a la dueña de la casa, estas son unas cuantas de las características de este autoinvitado.
La Real Academia de la Lengua lo define como una persona que vive o se divierte a costa de los demás. Este vocablo en su etimología viene del sustantivo «gorro» o «gorra» y del sufijo «ero» que indica, oficio, profesión, cargo, empleo, que hacer y también como carácter o condición moral logrando que le inviten habitualmente o sin pagar nada de lo que consume o utiliza.
Entre sus astucias es sabido que el ‘gorrero’ al momento de hacer “la vaca” para comprar alcohol u otra cosa, se desaparece o se hace el dormido, en otras el mismo hace de tesorero y se ofrece para realizar el mandado y termina con ganancias en el bolsillo, cuando se inicia el reparto de comida, le pone el ojo al mejor plato y hasta repite o se acerca a la cocina para que le sirvan nuevamente y en los paseos de olla termina apoderándose de la servida del sancocho.
No existe mayor alegría para el ‘gorrero’ cuando llega la botella nueva, quien después de desaparecido adrede o hacerse el dormido, es quien la descorcha, sirve el trago de los muertos el de él y después los demás y lo sirve a cada rato y es el que mejor saborea su trago “este trago si está buenísimo” o le hace muchos elogios a la suculenta comida “este si es gallina criolla”, termina apoderándose de la fiesta, se tira un discurso, se emborracha, se duermen la sala y hasta hay que darle el valor para el taxi.
Así las cosas, podemos declarar a quien oficia de ‘gorrero’ como una profesión y son muchos los que se especializan y son conocidos en el medio por ello y no le importan los comentarios, el continúa con su hábito y cazando diversiones y hasta ha sido motivo de inspiración de compositores y poetas, entre ellos el ‘Negro Grande’ Alejandro Durán, el ‘Mono’ Zabaleta, Miguel Morales, por mencionar del folklor vallenato.
De su presentación personal se le debe alabar, que luce muy bien, buena pinta, buen corte de cabello, buena colonia, alegre, chistoso, buen bailarín, se sienta bien banqueteado luciendo sus zapatos, elogia a los anfitriones, catador del buen trago, confianzudo, dicharachero, muchos abrazos, pero sin dinero en los bolsillos, a veces busca pleitos.
Son muchas las anécdotas que se tejen en las fiestas de estos personajes, es el que mejor se la goza y aunque llega sin un peso termina con dinero en su cartera la mañana del sábado y preparándose para la noche del domingo.