Demostrado es ya que las economías no prosperan simplemente acumulando capital físico y habilidades humanas, sino debidamente fundamentadas en información, aprendizaje y adaptación, en lo que importa compartir lo que se aprende, a la par de entender a fondo la compleja relación conocimiento y desarrollo, nuevas tecnologías, acceso a la sociedad de redes, vínculos directos a las nuevas reglas de la globalización con sus impactos en las personas y la necesidad de reestructurar la vía tecnológica. La innovación, señala la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), no es labor individual, sino de varios en ruta a sumar intereses tendientes a explorar y explotar nuevas fuentes de conocimiento y de tecnologías; más, cuando la focalización de los sistemas de innovación, comprueban que la competitividad depende cada día y cada vez más del conocimiento complementario adquirido de diversas fuentes. Es obligado en el mundo de hoy comprender mejor los procesos de innovación, abrir los espacios para que se dé lugar a logros mayores en este campo y en las políticas mismas orientadas a incentivarla de manera creciente, permanente y continua.
La relación innovación, desarrollo, región y economía, entraña en verdad altos grados de complejidad, en la verdad que los procesos específicos en los que se suceden actividades innovadoras varían inclusive en sociedades y países de igual nivel tecnológico y económico. Ayuda en esto nuevamente la Ocde, cuando afirma que el producto de peculiaridades que resultan de las distintas mezclas de procesos internos, entre los que se cuentan inversión en capital fijo, investigación, desarrollo, educación, ventajas en el manejo de tecnologías específicas, economías de escala, dotación de recursos; y, diversidad de factores institucionales que varían entre Estados.
Se aplica lo cual, no solo a nivel de los Estados, sino entre regiones. El mapa industrial cambia, amplía, muda, renueva, diversifica y varía, arrojando como respuesta una diferenciación regional soportada en la vocación específica de los sitios respecto a dichas medidas y cuantificaciones.
No obstante, es de tener en cuenta que la innovación por sí misma no es garantía de desarrollo; de ahí que sea importante y urgente investigar mayormente respecto de la innovación en los desarrollos regionales. Es estudiar y desarrollar estrategias de innovación exitosas y que los decisores sepan a ciencia cierta qué impactos resultan de una especialización regional, a fin de asegurar que los objetivos propuestos se alcancen con la estrategia definida y en condiciones de favorabilidad económica.