Una obra que es un viaje que nos transporta en sus 32 páginas por un sueño de ver a una Guajira siglo XXI construida desde una base sólida sobre sectores productivos muy diferentes a los recursos minero-energéticos que con el tiempo se extinguen, sectores que nos pueden generar en forma directa grandes beneficios y que son perdurables en el tiempo, basado en nuestra cultura e historia donde lo único que se necesita es tener visión, ideas, iniciativas de cuáles son los proyectos que nos pueden conducir hacia nuestros desarrollo y progreso, a elevar nuestra calidad de vida, donde nuestro recurso humano con una buena formación puedan tener opciones al querer laborar; si lo logramos estaríamos derrotando a la pobreza, la miseria, el aumento de la delincuencia, de la economía subterránea que nada deja a las arcas de las entidades territoriales; tendríamos oportunidades para tener un mejor proyecto de vida que elevarían todos los indicadores de nuestra calidad de vida.
Es una obra que nos invita a pensar, a reflexionar, a meditar sobre lo que queremos como Departamento en este siglo XXI, donde descubrimos un nuevo lenguaje que como la piedra Rosetta nos invita a hablar otro vocabulario con nuevos términos que buscar enriquecer con nuevos conceptos nuestra cultura política al cambiar nuestras mentalidades. Solo basta revisar la historia para darnos cuenta que las grandes sociedades, reino o países nacieron de mentes que proyectaron o realizaron sus visiones, una aceptada al principio, las mayorías despreciadas en el momento, pero que gracias a otras grandes mentes con grandes visiones fueron llevadas a ser realizadas, ejemplos abundan por montones; en el antiguo mundo, la visión del Rey David de Israel de construirle la casa a Dios en su Reino, que él no pudo que lo hizo su hijo Salomón y fue llamado el Templo de Salomón que fue destruido por Nabucodonosor Rey de Babilonia, que en tiempos cercano a nuestro señor Jesucristo fue reconstruido por Herodes El Grande y luego fue destruido por el Emperador romano Tito, que solo quedó un pedazo del muro que lo protegía hoy en nuestro tiempo es conocido como el muro de lamentaciones, como ha viajado una visión en el tiempo; el caso de Felipo II de Macedonia que visionó un Imperio Gigante y por eso preparó a su hijo Alejandro para dirigirlo, que hoy es la base de lo que se conoce como Mundo Occidental.
La Agenda Nilva es una visión donde el autor establece unos proyectos-polos de crecimiento que van desde la Alta hasta la Baja Guajira teniendo en cuenta su relieve, historia, cultura como base del desarrollo y el progreso del Departamento, como las grandes potencialidades para poder competir en este mundo cada día más globalizado; el ecoturismo, el turismo histórico, el etnoturismo, el turismo cultural es el mercado donde somos altamente competitivos.
Algo importante que también se descubre en el libro es que el problema de corrupción en el Estado o la sociedad no es de ideologías políticas o religiosa, es de valores y principios; la honestidad, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la humildad no tienen ideologías políticas o religiosas, son valores y principios que hacen parte de las personas y las hay en todas las ideologías políticas, religiosas, nación, razas; pero así mismo también la deshonestidad, la irresponsabilidad, la soberbia, la falsedad, el robar, matar tampoco tienen ideologías políticas o religiosas, nación, ni razas.
También descubrimos que el camino hacia el progreso y el desarrollo no es el camino de las ideologías políticas o religiosas, son las propuestas o proyectos de país, de ciudad, de distrito, de municipio; son las iniciativas, los proyectos polos de crecimiento que cambian un país, una región, un departamento, un municipio; son las visiones estructuradas en el tiempo mediante los planes institucionales que debe obedecer una entidad territorial donde las políticas de Gobierno, si son buenas deben convertirse en políticas de Estado y perdurar en el tiempo.
La Agenda Nilva también nos enseñan que en nuestro tiempo también se vive una evolución de la democracia representativa a democracia participativa; las evoluciones se dan por las tecnologías, de ellas nacen los cambios, así fue como se dio la evolución de monarquía a la democracia representativa a partir de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa; en nuestro tiempo la democracia participativa se hace cada día más incipiente gracias a la era en que vivimos la era de las telecomunicaciones y las redes sociales.
El libro también nos enseñan algo muy importante a los guajiros que debemos entender, ese mercado que a veces nos estigmatizan como contrabandista en las otras regiones, ha sido un mercado natural que ha existido antes que los españoles vinieran por estas tierras donde se realizaban intercambios comerciales con todo el Caribe; pero es necesario que ese mercado natural lo estudiemos, el hecho no es tenerlo en nuestro libro de historia, sino institucionalizarlo bajo leyes como hacen los grandes gremios y departamento y del país que institucionalizan sus intereses.
Los invitamos a leer esta obra que en estos momentos coyunturales de un nuevo debate electoral donde se elige el futuro nuestro en los próximos cuatros años, es bueno porque enseña que hay que elegir propuestas para nuestro desarrollo y progreso, proyecto de ciudad, departamento y no nombres con eslogan