Son muchos los proyectos que en el país han tenido largas discusiones en diseños, presupuestos aprobados e inicio de obras, que luego entran a formar parte de la lista de elefantes blancos y de obras inconclusas, con las penalidades para el erario público y el descontento de las comunidades.
Bajo estas circunstancias, el Caribe tiene la Vía de la Prosperidad, proyecto que lleva más de cinco años en construcción, son muchas las generaciones que han hablado de esta obra, que no se termina de hacer, no obstante su impacto a departamentos como el del Atlántico, Cesar, Bolívar, La Guajira y el Magdalena, por ella deben circular personas y cargas pertenecientes a esta gran región.
La Vía de la Prosperidad con un poco más de 54 kilómetros, une a Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Riohacha y toda la provincia Caribe con Palermo, Sitio Nuevo, Remolino, Salamina y estos a su vez se comunican con Pivijay, Fundación, Tenerife y Plato. Obra que a pesar de su impacto nacional, es manejada por la Gobernación del Magdalena con recursos regionales y nacionales. La obra fue aprobada para los 54 kilómetros, pero luego fue revisada para la construcción de solo 18 kilómetros. Trayectos que aún no están unidos en forma adecuada y continua en el tramo Palermo – Sitio Nuevo; el Puente del Caño del Clarín no se termina, esta construcción ha tomado más tiempo que hacer cincuenta puentes, es posible que el nuevo puente sobre el río Magdalena, que dista uno del otro a menos de 300 metros, se dé al servicio primero, no obstante que este megaproyecto empezó tres años después.
Así mismo están sin construir los primeros 4 kilómetros saliendo de Palermo, lo mismo la llegada a Sitio Nuevo, un poco más de 3 kilómetros; no se hacen estos tramos de la vía esperando se aprueben diseños y autorizaciones. Tampoco se define la variante que se tiene prevista para que rodee al pueblo eliminando el tránsito de tráfico pesado por las principales calles de Sitio Nuevo, que en realidad no son calles, son caminos de fango – lodo en invierno; de huecos, polvo y piedras en verano.
En la semana del 28 de abril de 2019 se circuló por los medios de comunicación y redes sociales información incompleta, sobre la Vía de la Prosperidad, resaltando que el Puente del Caño El Clarín está concluido, hecho que no refleja la realidad de la obra, pues aún no se puede dar al servicio, sus rampas están en construcción, los trabajos en el puente por parte de los contratistas es a paso de tortuga, por lo que el hombre del común que transita por esta vía augura tener este puente no antes de 2 años, con la seguridad que el puente vecino, la mega obra de interés nacional si estará al servicio en el transcurso de este año.
Los ilustres visitantes de la obra, contratistas, interventores, Invías y su dirección Territorial del Atlántico, pudieron corroborar el estado de avance de la Vía de la Prosperidad, pero no dejaron claro las acciones y cronograma a seguir para que esta obra no esté inconclusa en el trayecto Palermo – Sitio Nuevo, y mucho menos se revisaron los planes a seguir para concretar la construcción de los tramos Sitio Nuevo – Remolino – Salamina, que la comunidad y la agroindustria los esperan.
La Vía de la Prosperidad es un anhelo de más de 100.000 habitantes del Magdalena, que solo han visto como cada día su calidad de vida se deteriora, su aislamiento se mantiene, en especial en época de invierno, pues los caminos actuales en esta zona se convierten en trampas de lodo y barro que los hace intransitable. La agroindustria no se desarrolla a pesar del potencial como despensa alimenticia de la región, pues es rica en agua, tierras fértiles y buena exposición a luz solar. Además esta vía es una opción alterna para disminuir el alto flujo vehicular de la Troncal del Caribe en el trayecto Ciénaga – Barranquilla, en especial para pasajeros y carga con origen, tránsito y destino entre el sur de La Guajira, Cesar, Atlántico, resaltando las poblaciones de Fundación, Valledupar y sus alrededores.