Resulta bastante probable que un gran porcentaje de los colombianos no sepan a qué se le conoció con el apelativo de ‘La Ciudad Heroica’ y de ‘La Patria Boba’ a la Nueva Granada durante una buena parte del periodo de la Independencia que va desde 1808 hasta 1813, habida cuenta de que la enseñanza de la historia como cátedra independiente, fue suspendida como tal por una de las innumerables reformas a las que ha sido sometida la educación en Colombia, lo que equivale a considerar que en el intelecto de las nuevas generaciones existe una especie de castración cognoscitiva al respecto.
Resulta, por una parte, que Inglaterra durante una buena parte del siglo XIX siempre estuvo al acecho de apoderarse del oro y de otros metales preciosos existentes en nuestro territorio, en tanto que España, o sea la Madre Patria, luchaba como gato a boca arriba a fin de evitarlo. Por otra parte, desde 1810 hasta 1813, en la Nueva Granada se produjeron dos innecesarias guerras civiles entre el Centralismo, liderado por Antonio Nariño, y Federalismo, comandado por Camilo Torres Omaña. En ese entonces, estimados lectores, el poderío bélico de Inglaterra era muy superior al de España, motivo por el cual esta nación buscó una alianza estratégica con Francia, gobernada a la sazón por el emperador Napoleón Bonaparte, y entre las dos vencieron a Inglaterra. Lo que no sabía el rey español, Fernando VII, cuáles eran los apetitos velados de Napoleón, que estaba, valga decirlo así, como el gato cazando al ratón.
En un momento dado, Francia le pidió permiso a España para penetrar en su territorio dizque con el fin de invadir a Portugal con un ejército súper poderoso y ésta ingenuamente se lo concedió en señal de agradecimiento. Una vez que hubo penetrado en su territorio la invadió e hizo abdicar al rey Fernando VII e imponer a su hermano José Bonaparte, apodado ‘Pepe Botella’, como el nuevo rey de España. De esa manera Francia gobernó allí aproximadamente unos cinco años, desde 1808 hasta 1813. Durante ese tiempo, Napoleón de ofrecía el oro y el moro en bandeja de plata a los criollos de la Nueva Granada para que se independizaran, no obstante no pudo conseguirlo en razón de que ellos le seguían rindiendo obediencia al destronado rey Fernando VII.
Mientras tanto, Inglaterra estaba pendiente del desarrollo de los acontecimientos y, sin pensarlo dos veces, le ofreció su apoyo a España y entre las dos naciones vencieron a Francia. En esos momentos los criollos ingenuamente bailaban de alegría en un solo pies sin pensar en lo que estaría pensando España en relación a ellos. Efectivamente, Fernando VII conformó un poderoso ejército al mando del general Pablo Morillo, apodado ‘El Pacificador’, y en un santiamén sitiaron a Cartagena, por allá en 1815. Cartagena luchó hasta más no poder, teniendo que rendirse a los 106 días de estar sitiada; desde ese entonces hasta hoy esa noble ciudad costeña es conocida con el apelativo de ‘La Ciudad Heroica’, y al periodo 1808-1813 como ‘La Patria Boba’.
Una vez terminado el Sitio de Cartagena, Morillo conformó varias comisiones y de esa forma invadió al resto de Colombia. Afortunadamente logró su independencia durante la batalla del Puente de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, bajo el mando supremo de Simón Bolívar