Por considerar que las cifras y brechas son los mejores indicadores a tener en cuenta, cuando se trate de formular un programa de gobierno o una propuesta programática seria y coherente, cuando se quiere gobernar a un municipio, se me ha ocurrido hoy, con el sentido de pertenencia que me asiste por San Juan, el municipio donde nací, aportar desde esta columna de opinión todas las cifras y datos que desde mis investigaciones puedan servir como un importante valor agregado para su desarrollo.
Considerando que para el próximo cuatrienio el pueblo necesita una persona que conozca su realidad como entidad territorial y presente un plan de gobierno que cierre estas brechas que nos separan considerablemente de la media nacional, hasta convertirnos en un municipio modelo para el Caribe y el país. Por considerar que con ciudadanos formados tendremos gobiernos exitosos, del mismo modo, que el pueblo que elige por el voto programático, tenga los suficientes elementos de juicio para decidir con quien hace un pacto colectivo por el desarrollo, si observamos detenidamente a San Juan del Cesar en cifras, según el DNP, encontramos que es un municipio de sexta categoría, con 1.347 kilómetros de extensión territorial, representando el 6.5% del área del departamento de La Guajira y tiene una densidad poblacional de 28 habitantes por kilómetro, con una población general de 37.327 habitantes en el 2015, de los cuales 24.445 viven en la cabecera municipal y 12.882 en el área rural.
Posee una población étnica importante, un resguardo indígena, koguis-malayo-arhuaco, con 7.044 indígenas y 2.886 negros o afrodescendientes. En cuanto a su calidad de vida, tiene un índice de necesidades básicas insatisfechas –NBI– del 44.8%. En educación el municipio no está certificado, además, presenta una cobertura bruta en educación media del 93% y una tasa de deserción en educación media del 2,54%. Mientras tanto, las brechas en educación muestran un esfuerzo en cobertura educativa bajo e igual el esfuerzo en pruebas Saber, pero el esfuerzo en analfabetismo es medio bajo. En salud, el municipio tampoco está certificado con una cobertura del régimen subsidiado del 100%, un esfuerzo para contrarrestar la mortalidad infantil bajo y el esfuerzo de vacunación medio bajo.
En el servicio de acueducto, el municipio fue certificado en cuanto a oferta de agua potable en abril 17 de 2015 por el Ministerio de Vivienda. La cobertura total de acueducto es del 76% y el esfuerzo por mejorar la brecha que nos separa de la media nacional es bajo. En vivienda, el déficit habitacional es de 53,4% en cuanto a las brechas, el esfuerzo para mejorar el déficit cualitativo es alto pero el déficit cuantitativo es bajo. En lo referente a la construcción de una paz estable y duradera, el municipio tiene una población desplazada de 7.918, un número de homicidios promedio de 6 y un número de hurtos promedio de 106. En cuanto a su entorno de desarrollo, el municipio representa una dinámica urbana del 80% y una capacidad económica e institucional del 50%, ubicándose medianamente en su desempeño.
En cuanto a la información geoestratégica, se destacan tres sectores de importancia económica. En primer lugar, la producción pecuaria y caza, incluyendo las actividades veterinarias con 64%, seguido de administración pública y defensa, seguridad social de afiliación obligatoria con 18% y servicios sociales y salud de mercados con 18%. En cuanto a la información financiera, tomamos como referente la ejecución presupuestal de 2013, con unos ingresos totales de 28.343 millones de pesos, ingresos corrientes 3.405 millones de pesos e ingresos de capital de 24.938 millones de pesos. En cuanto al Sistema General de Participaciones, o sea, la doceava parte, que por ley le corresponde al municipio, tomando como referente el 2015, fueron 13 mil trescientos cinco millones de pesos. De estos recursos, $1.370,5 millones corresponden a educación, $ 8.201 millones a salud, $1.276 millones a agua potable y $1.875 millones destinados a propósitos generales. Siguen otros conceptos como libre destinación, por $797 millones, para deporte $138 millones, cultura $103 millones, libre inversión $837 millones, para que el alcalde gestione y maniobre, alimentación escolar $234 millones, y finalmente, los recursos de resguardo, por $348 millones. Además, en el municipio los gastos de funcionamiento ascienden al 79%, según los límites establecidos en la ley 617 del año 2000. El municipio depende de las transferencias nacionales en un 89% y genera unos recursos propios del 65%.