Ya es la 1:24 de la tarde, luego de haber almorzado y pensando en el reconocimiento que me otorgó como Pluma de Oro mi casa periodística Diario del Norte, donde celebramos las diez páginas del libro que escribe la historia de La Guajira, la región y el mundo; para ser sincera no me esperaba este reconocimiento, pero resulta que dentro de los capítulos de esas diez páginas soy uno de sus personajes, que camina con ellos y que con mi opinión sobre el mundo en el que vivimos, tejemos la historia.
Hacen 16 años cuando inicié mi vida en la gestión en pro de la educación y la cultura de mi Guajira y en este momento internacionalmente, buscaba un medio, un bus, un camino o un director que me apoyara en mi proceso de escribir mis propias páginas, el libro de mi vida, que me ayudara a iniciar y que, además, amara a mi Guajira, que sintieran el clamor de un pueblo que ansía libertad frente a políticos corruptos de mi tierra, esos que no la aman y que solo la usan para enriquecerse y, ahora, frente a un Gobierno central que junto a estos corruptos, desangran mas a mi tierra por sus riquezas.
Fue así cuando en mi búsqueda me encontré con muchos amigos nuevos de diferentes medios y empresas, colegas; me encontré a Demis y a su cardenal guajiro, de igual forma a Hugo quien empezó a sembrar mi nombre en el corazón de los guajiros y por su puesto nuestros directores, a quienes agradezco inmensamente y quienes me responden con la humildad que le caracteriza “no, nos agradezcas, todo te lo has ganado, por lo que haces”.
Sus palabras y este reconocimiento me ratifican una vez más que aquí tejo y escribo mis mejores líneas, que ser parte de esta historia me responsabiliza aún más a seguir opinando frente a temas que nos permitan reflexionar sobre nuestras acciones. Sé que Diario del Norte seguirá multiplicando sus páginas, que no serán diez, ni 100, será un libro de 1.000 páginas, tal vez no lea el final de sus 1.000 y más páginas, pero sí los capítulos de los haré o seguiré siendo parte.
Diario del Norte se ha caracterizado por no ser amarillista, clasista o tener preferencia, sus páginas que son leídas por cada familia guajira, cada mañana, encontramos en secciones diferentes, con temas que nos permite informarnos de variados aspectos, creo que allí está su acierto, quienes comandan este barco noticioso del cual me siento orgullosa, no porque me hayan otorgado un reconocimiento, sino por el solo hecho de reconocerme cuando me invitaron a navegar con ellos; el entregar la pluma que hoy junto a ellos plasma mi ser y mi hacer, es el mayor reconocimiento.
Ya son las 2:50 p.m., los truenos susurra, esta tarde nublosa de San Juan salpican en el piso gotas de agua que me invitan a regresarme a mi pasado, cuando mojaba mi cabello sin ningún miedo de dañar el cepillado, corría con los muchachos de mi barrio, por todo el Abuchaibe, hasta llegar a la plaza de la tierra que brilla donde se reunían todos los jóvenes de los distintos barrios de Uribia, ya ese tiempo pasó, me alimentan que ese pasado venga a mi memoria, en esta tarde al ver a Taty y Linda jugar con Camila y Priscila en la callecita de San Juan, junto a la estatua Padilla en el Félix Arias, mi barrio por años, ya son las 3:24 p.m. creo que me pasé de espacio, sigue lloviendo y yo aún en mi recuerdo.