El travieso Niño nos visita nuevamente, su presencia aleja las nubes y reafirma el carácter seco del bosque tropical guajiro.
La amenaza al ecosistema en la Serranía del Perijá parece natural cuando llega el verano, pero la pérdida de nuestra biodiversidad se acelera con la influencia de las actividades humanas y cada vez este ecosistema enfrenta una temporada más seca y más prolongada. Allí está Bruno, un amigo de La Guajira, un arroyo que nace en el Perijá y termina su camino en el río Ranchería. Él, al igual que otros cuerpos de agua, se enfrenta a la tala del bosque, a la erosión del suelo, a la quema de su vegetación y a la contaminación que causamos los seres humanos.
Hace dos años el Instituto Geográfico Agustín Codazzi afirmó que la ganadería era la gran enemiga de los suelos en La Guajira. Asimismo, informó que el 12,5% del suelo se utiliza para esta actividad cuando solo el 2,2% es apto. El agua es un recurso necesario, escaso y mal utilizado, es fácil ver automóviles y conductores bañándose en los ríos y arroyos de nuestro departamento, al mismo tiempo que contaminamos las fuentes de agua con basuras y desechos tóxicos.
Bruno comienza su recorrido a 420 metros de altura sobre el nivel del mar, en su lucha constante por llevar su agua hasta el Ranchería, lo acompañan sus amigos el arroyo Aritaymahana y más abajo el arroyo Tamborana; cuando llueve, lo ayudan agregando el líquido vital en su cauce. Para ellos, es fundamental contar con una base de árboles que les ayuden a recolectar y conservar su caudal, de todas sus luchas la más verdadera e importante es asegurar el agua, de todas sus necesidades la más urgente es preservar su bosque.
Un ejército de aliados siguen en pie de batalla, son ellos quienes defienden el agua, protegen el suelo y resguardan a los animales, son el Carreto, Perihuetano, Caracolí, Ollita de mono, Cedrito, Ébano, Ceiba, Volador, Resbala Mono, Majagua, los árboles capaces de sostener la vida del bosque seco tropical. Este año se sembrarán aproximadamente unas 4.000 plántulas y se protegerán 663 hectáreas en la cuenca del arroyo Bruno, estas acciones se realizarán en el marco del Plan Integral de Compensaciones Ambientales de Cerrejón y cuenta con la participación de las comunidades que habitan ese territorio. Todas estas acciones son un paso para lograr y sostener el retorno del jaguar, una especie sombrilla que volvió después de 40 años, a unirse como un miembro más de los amigos del agua y siendo un testigo veraz de la recuperación del equilibrio de la flora y fauna de la región.
*Carlos Fandiño es empleado de Cerrejón.