Mi voto protesta

En mi época cuando me enseñaron en educación cívica, que la democracia es el mejor sistema de elección en una sociedad donde todos los ciudadanos recurríamos a las urnas y votábamos libremente por el mejor candidato postulado a la misma. Desde ese postulado he crecido y seguramente ustedes lectores también. Los gobernantes de turno están allí porque el pueblo así lo decidió, acertado o equivocado, fueron puesto por un voto libre y decidido, al menos eso hace pensar los resultados obtenidos que por mayoría, le dieron el lugar burocrático que tiene.

Bajo el anterior criterio, debería pensarse que lo mismo estamos haciendo desde nuestros sindicatos. Las elecciones de los miembros y directivos sindicales también se eligen en “democracia” participativa. Todo afiliado a la misma tiene por consiguiente el derecho de elegir y ser elegido mediante el voto secreto. Los estatutos sindicales del magisterio así lo rezan, recordando que estos son organizados y modificados por un porcentaje minúsculo de maestros que mediante una asamblea los modifica, cambia o elimina y publica toda reingeniería realizada.

Sin embargo, a pesar de esas asambleas de delegados para modificar estatutos, al parecer, no leen, no saben, y quizá no conocen por completo esos estatutos. Aún persisten vicios en los estatutos de nuestra organización sindical, que rayan en lo ético y moral. Es decir, no aplicamos lo que pregonamos en las calles. Seguimos jugándole a la sociedad una doble moral sindical que pienso que ya es hora de hacer un cambio profundo y estructural. Ya es hora de mostrar un verdadero ejemplo social. No se puede seguir en vicios de la clase politiquera rancia y a punto de desaparecer junto a los gamonales politiqueros que hoy intentan con látigo en mano, amansara sus bases para que como borregos sigan un solo camino.

El próximo 26 de mayo estaremos en Colombia eligiendo nueva junta nacional de Fecode y CUT nacional. También una serie de delegados y directivos departamentales de las mismas. Pero, a pesar de que como afiliado estaría votando por quien pudiera ser un verdadero cambio generacional, no resulta así. Hoy no existe una pirámide sindical que permita a quien obtenga mayor votación ocupar la presidencia y otros cargos de relevancia en negociación. El presidente, vicepresidente, tesorero, secretario no se eligen por votación, sino en un contubernio oscuro donde se unen varios y conforman una supuesta “mayoría”y estos se reparte los cargos dejando atrás al que sacó mayores números de votos. A esto lo llamo fraude al elector.

En concordancia con lo anterior, lo mismo pasa con la elección de delegados y directivos departamentales de la CUT. Esto se ha convertido en una puerta giratoria que no permite transformaciones ni cambios generacionales. Me explico. Por estatutos, los directivos sólo pueden elegirse hasta dos (2) periodos consecutivos en el cargo. No existe una tercera elección. Pero para no volver al marcador y al salón de clases, estos se postulan de FECODE a la CUT y viceversa. Claro está, gracias a nosotros los electores, ellos no tienen culpa de que los tengamos en esos cargos hasta por más de 20 años sin regresar a la escuela.

Por eso creo prudente e invito a la base sindical de FECODE y ASODEGUA, a que hagamos un pare. Reflexionemos con nuestro actuar, que no sigamos engañando al elector, que convoquemos unas asambleas extraordinarias en los municipios, que determinemos cual será la pirámide sindical que regirá para las próximas elecciones sindicales en La Guajira. Es decir, que los cargos directivos se ocupen con base en el organigrama piramidal, que el cargo se ocupe de mayor a menor, por número de votos y eliminemos la antidemocrática practica de que tú me eliges y yo te elijo y nos repartimos la torta. Que quien ocupe un cargo directivo por dos periodos no vuelva ser más directivo, permitiendo con esto el surgimiento de un nuevo maestro con una mente fresca desde la base. Que quienes ocupen un cargo directivo no puedan postularse a ser delegados ni a CUT ni a Fecode, dando paso a una joven generación sindical.

Mientras haya directivos nacionales ocupando un cargo de directivo sindical en el magisterio sin ser maestro, mientras continúen esas practicas rancias de clientelismos, de fraude al elector, de no reformas profundas a estatutos, esta vez, mi voto para las elecciones a FECODE será en blanco no deseo seguir botando mi voto. Acompañaré, con mi voto a la CUT.