Origen de las fiestas de Navidad

Es mucho lo que se ha escrito sobre el origen de las fiestas de Navidad, para algunos pagana y para otros es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario que nada tenían que ver con los festivales paganos.

Lo importante de ello fue que heredamos una tradición que se ha mantenido a lo largo de la historia y lo seguirá haciendo mientras exista la humanidad. La palabra Navidad, como tal, procede del latín nativĭtas que significa nacimiento. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia Católica, en la Iglesia Anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las iglesias ortodoxas. Guarda muchas similitudes con las fiestas Saturnales, las fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a Saturno.
En otro plano, la Navidad, igual que otras celebraciones que conocemos de la Iglesia Católica, tiene en realidad un origen pagano. En este caso, proviene del culto a Mintra, Dios del Sol de los persas, que durante los siglos VII y VI antes de nuestra era celebraban el solsticio de invierno (para ellos en el hemisferio norte). Los antecedentes de la Navidad habría que situarlos en los años 320-353, durante el mandato del papa Julio I, que fijó la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre, a pesar de la creencia de que Jesucristo nació durante la primavera, quizá con la intención de convertir a los paganos romanos en cristianos. Posteriormente, en el año 440, el papa León Magno estableció esta fecha para la conmemoración de la Natividad. Casi un siglo más tarde, en 529, el emperador Justiniano la declara oficialmente festividad del Imperio.
Jesucristo nació en el año 748 a contar desde la fundación de Roma, por entonces bajo el imperio de Augusto. Según los historiadores, específicamente Claudio Josefo, el nacimiento de Jesus de Nazaret ocurrió un 13 de marzo del año 04 A.C.
Si bien la figura de Santa Claus se basa en la historia del monje San Nicolás del siglo III, algunos creen que el encargado de potenciar la tradición navideña fue Charles Dickens a través de un Cuento de Navidad (1843). Poco influían en Scrooge el frío y el calor externo.
En la antigua tradición celta, de la que el pueblo romano adaptó multitud de ritos a la suya, existía el llamado Holly King, un druida con ciertos poderes sobrenaturales que, por estas fechas, repartía el botín que él mismo recolectaba durante el año entre los aldeanos. Este personaje se ilustraba vestido con hojas de muérdago, siempre acompañado por sus fieles renos y se consideraba el progenitor del frío y el invierno. En realidad, no fue hasta 1822 cuando aparece Santa Claus tal y como hoy lo conocemos.
La tradición de adornar el árbol navideño parece que se inició en Alemania y Escandinavia en los siglos XVI y XVII, extendiéndose posteriormente a otros países europeos. Nos habla la leyenda de un roble consagrado a Thor, dios del trueno, en la región de Hesse en Alemania. Cada año, en el solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio. Bonifacio, misionero, taló el árbol ante los habitantes de la villa sorprendidos y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, árbol de paz que representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes y su copa señala el cielo.
En el caso de la isla Kiribati, este es el primer lugar que recibe la Navidad; es considerado como el arrecife de coral más grande del mundo y recibe las fiestas navideñas a las 5.00 a. m. hora colombiana del 24 de diciembre. Hay países que prohíben las fiestas de Navidad; se trata de Corea del Norte, Somalia, Brunéi, Tayikistán y China. Allí, está prohibido celebrar las fiestas navideñas. El principal motivo de estos países para prohibir la Navidad suelen ser razones religiosas.
En fin, son muchas las teorías que surgen alrededor de esta decisión, ya que días antes se daba paso a una celebración llena de lujuria y excesos a cargo de los romanos. Lo que los historiadores concluyen es que la Iglesia Cristiana buscó fusionar las celebraciones paganas con el nacimiento de Jesús como parte de su estrategia de expansión. La idea habría sido que después de tanta osadía pasen a pensar en Dios y le rindan tributo, adoptando las ideas de la Iglesia Católica. De hecho, hoy en día durante la Navidad realizamos muchas de las cosas que los romanos hacían. Por ejemplo, el banquete (cena navideña) y el intercambio de regalos (damos regalos a nuestras familias y amigos) son fiestas dentro de los hogares.
El consumismo se ha implantado en la mente de casi todas las personas, pero no hay que negar que esta fecha es una de las que más tranquilidad nos produce porque la comunicación con nuestros familiares es más fluida. Sin duda, el espíritu navideño trae ilusiones a grandes y chicos. De todos modos, la verdadera historia del origen de la Navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares, puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, reside en lo espiritual y está muy bien que así sea.
¡Feliz Navidad para todos!