La sociedad ha dejado de ocuparse de la educación y en especial de la educación superior. En particular como sociedad hemos dejado de reflexionar sobre la función que cumple la Universidad. Así mismo, la comunidad universitaria, estudiantes, docentes, investigadores y directivos, tampoco se han dado a la tarea de revisar para qué sirven las universidades y como debería articularse con sociedad, mercado y estado.
Para encontrar una explicación sobre su objeto y función, se realiza un recuento histórico sobre su origen. La idea base que sirvió de fundamento para estructurar la universidad es griega, se deriva del quehacer realizado en las Academia de origen platónico. Pero fue en Italia en 1088 que se concibió la Universidad de Bolonia, la cual hasta la actualidad funciona como universidad pública.
Esta universidad cosechó el derecho como campo específico del conocimiento. Posteriormente, a esta institución ingresaron otras áreas del saber como la medicina, la aritmética, la filosofía, la astronomía y más tarde la teología. Así, la connotación de universidad como gestora de la universalidad se hizo más auténtica. No era una escuela –la cual se ocupa de un área específica–, la universidad era una pluralidad de disciplinas para la enseñanza y el aprendizaje.
La idea platónica del saber como la totalidad, aun sobrevivía. Se era poeta, médico y matemático al mismo tiempo. El modelo de esta Universidad residía en el conocimiento, la exploración científica y la construcción de la sociedad. Hasta el siglo XIX, la idea se conservó. Pero después de las dos revoluciones industriales, y el desarrollo de la producción en serie se hizo necesario la especialización. Las ciencias formales, las fácticas y las sociales fueron separadas, se deberían contar con personas con conocimientos profundos y avanzados al interior de cada campo del saber, se requerían enfoques pragmáticos.
Además de requerirse técnicos capaces para producir, se hacía necesario una universidad divida por departamento, y especializada para el trabajo. Es decir la universidad debía atender las demandas específicas de la empresa. De esta manera pueden encontrarse dos tipos de universidades las que reproducen y generan conocimientos a través de la investigación básica principalmente y las que utilizan los conocimiento para formar egresados para laborar, centrándose preferencialmente en la investigación aplicada. Sin que hasta el momento en Colombia en el sector público se haya optado por un modelo específico de estos modelos de universidades. Entretanto, en el sector privado se pueden observar diversas tendencias que van desde las universidades dedicadas a la formación de élites, las universidades profesionalizantes, las universidades confesionales, las universidades partidistas, las universidades técnicas, las universidades autónomas y hasta las universidades alternativas.
Desde luego estas orientaciones en la educación superior determinan la calidad de sus resultados en las funciones de docencia, investigación y proyección institucional.