Cito una frase de José ortega y Gasset “camina lento, no te apresures, que donde tienes que llegar es a ti mismo”.
Una persona es un sujeto consciente y racional con capacidad de discernimiento y de respuesta sobre sus propios actos se le atribuye la racionalidad; en la vida cumple un desarrollo biológico y psíquico desde que nace hasta que muere, ser persona es representar un rol ante el mundo y en la sociedad; una persona tiene derechos, deberes y obligaciones.
Un personaje es una persona que, por sus cualidades, conocimientos y otras aptitudes se destaca, sobresale en una determinada actividad o ambiente social; un personaje también puede ser un actor de una obra literaria, una película o una obra de teatro. Se puede obtener un papel protagónico y llegar hacer notable, admirado motivo de inspiración. Estos personajes se clasifican en redondos y planos, muchas veces héroe y en ocasiones el villano; existen personajes auténticos que han dejado grandes huellas en la historia, descubriendo continentes, en lo político, social, filosófico, en inventos, en la ciencia, la tecnología, en las artes, la música, el futbol en fin en muchos aspectos relevantes de nuestro mundo.
Los seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios; poseemos la capacidad de raciocinio, el desarrollo de diferentes niveles de intelecto, adquirimos múltiples tipos de conocimiento, capacidad de análisis, nos adaptamos a diferentes condiciones, nos acostumbramos; también somos llamados (Homo Sapiens) “hombre que piensa”, somos producto de la evolución un ser social por naturaleza. Pero necesitamos la protección y el cuidado de nuestros semejantes. Platón y Aristóteles, según la filosofía, nos dicen el hombre se realiza plenamente junto a los demás, existe la necesidad de interrelacionarnos y convivir en sociedad.
El ser humano es definitivamente libre en su yo interior, es fruto de un legado del entorno social donde se desarrolla, su historia es única y exclusivamente consecuente de la libertad humana; encamina cada actuación con generosidad, carácter y criterio para que gocemos de sensibilidad social, en muchas ocasiones encontramos situaciones donde no existe respeto por los demás, atentamos contra la integridad de las personas, aún no hay respeto por la vida, la biodiversidad, seamos humanamente alegres, para que quienes te rodean deseen hacer parte de tu proyecto colectivo, vive todos los días, armonizar es gratis, se manifiesta con una sonrisa y un gesto de amabilidad.
El agrupado de estos tres te ayuda a crear tu verdadero sentido social a tener autocontrol, mirar a tu alrededor para evaluar las circunstancias y determinar tu perspectiva de vida; procura que tu personaje sea personificado por una persona humanamente social y que tu papel, aunque no sea protagónico, resulte motivo de inspiración para quienes observan desde lejos la obra teatral.
Existe una relación muy estrecha en estos sustantivos, pero el adjetivo calificativo lo determinamos con nuestras acciones; al parecer, gozarían del mismo significado, pero es importante que nuestra presente generación aprenda a diferenciar en el tiempo el ejercicio responsable y el significado valioso de la vida: amar, cuidar y enseñar que la riqueza de un ser humano son sus sentimientos; seamos más generosos y misericordiosos, construyamos un mundo en bienestar.