Recordando a Pambelé y a Rocky Valdez

La década de los 70 fue una década de gloria e histórica para el boxeo colombiano, los púgiles de esa temporada nos hicieron vibrar, brincar, gritar y apostar con sus puños.

Todo comenzó desde finales de los 70 cuando Bernardo Caraballo, boxeador cartagenero se apoderaba de la sintonía radial con sus combates. En efecto desde julio de 1962 fue ranqueado por la NBA como el noveno peso mosca (112 libras), convirtiéndose en el primer boxeador colombiano en recibir este honor.

El 27 de noviembre de 1964 tuvo la oportunidad de disputar el título mundial gallo ante el brasilero Eder Jofre, combate que se realizó en Bogotá y por primera vez en  Colombia se disputaba una corona mundial; nuestro peso mosca salió derrotado en el séptimo asalto y el 4 de julio de 1967 obtuvo la segunda oportunidad de enfrentarse por campeonato mundial  al campeón japonés Fighting Harada, perdiendo por puntos en una decisión discutida.

Fue San Basilio de Palenque, población conocida, allí se dio la primera rebelión de esclavos de América, la cuna de nuestro primer campeón mundial Antonio Cervantes ‘Kid’ Pambelé; quien en sus comienzos era un púgil del montón que peleaba en caseríos remotos.

Una noche llegó al colmo de apostar dinero por su propia derrota, lo cual le costó una sanción de la Federación Colombiana de Boxeo. El 11 de diciembre de 1971, se enfrentó por el título de los wélter júnior ante el campeón argentino Nicolino Locche. El combate se efectuó en el mítico estadio Luna Park de Buenos Aires, donde el colombiano perdió por decisión unánime de los jueces.

Cervantes, tuvo otra oportunidad de título mundial contra Alfonso ‘Pepermint’ Frazer, quien había destronado a Locche. El 28 de octubre de 1972, Pambelé consiguió el primer título mundial de boxeo para Colombia al noquear en diez asaltos a Frazer en la ciudad de Panamá. Inmediatamente se convirtió en un héroe nacional, y muchas empresas anunciaron sus productos en sus pantaloncillos de boxeo. Nuevamente se enfrentó en revancha a Loche y Pepermint, los cuales no tuvieron problema para besar la lona a costa del viejo ‘Pambe’.

En total, Cervantes realizó veintiún combates de título mundial, de los cuales dieciocho correspondieron a defensas de su título mundial. Fue campeón de las 140 libras durante casi ocho años (lo retuvo hasta 1976, lo recuperó en 1977 y lo perdió definitivamente en 1980), en octubre de 1998 fue exaltado en el Salón de la Fama del Boxeo.

Pambelé es considerado el mejor wélter junior de la historia. En 2000, fue declarado Boxeador del Siglo de Colombia por la Federación Colombiana de Boxeo y la Asociación Nacional de Boxeo Profesional. Se cree que a lo largo de su carrera, logró ganar entre 2 a 8 millones de dólares. En esa época era mucho dinero. A Pambelé se le debe la famosa frase “Es mejor ser rico que ser pobre”.

Rocky Valdez

Otro grande que nos hizo trasnochar con sus peleas fue el fajador Rodrigo ‘Rocky’ Valdez, dos veces campeón mundial de los pesos medianos, nacido en el departamento de Bolívar, comenzó su carrera con una victoria sobre Orlando Pineda.

Valdez ganó dos encuentros antes que el Consejo Mundial de Boxeo le pusiera como contrincante de Monzón quien no aceptó el combate lo que le llevó a perder el título, aunque retuvo el de la Asociación Mundial de Boxeo.

Valdez y Briscoe se encontraron de nuevo para luchar por el título mundial de los pesos medianos del Consejo Mundial de Boxeo el 25 de mayo de 1974 en Montecarlo, el cual ganó Valdez por nocaut en el séptimo asalto.

Posteriormente defendió el título ante Rudy Valdez, Ramón Méndez, Gratien Tonna y Max Cohen hasta que Monzón finalmente aceptó pelear contra él. Valdez perdió con el argentino  la unificación del título por decisión unánime en un combate a 15 asaltos.

La Asociación y el Consejo consideraron hacer una segunda pelea entre Valdez y Monzón. En esta ocasión Valdez llevó a la lona a Monzón en el segundo asalto, convirtiéndose en el primer hombre capaz de mandar al argentino al suelo en toda su carrera. Valdez aventajaba después de siete asaltos, pero Monzón se sobrepuso y logró mantener el título por decisión.

Monzón anunció su retiro del boxeo poco después, lo que llevó a que el título quedara vacante. El 5 de noviembre de 1977 Valdez y Briscoe se encontraron nuevamente luchando por el título mundial de los pesos medianos en Campione d’Italia. Valdez recuperó el título por decisión en 15 asaltos. En su primera defensa el 22 de abril de 1978 lo perdió contra el argentino Hugo Corro en San Remo, Italia.

El 11 de noviembre de ese mismo año se reencontraron en el estadio Luna Park de Buenos Aires en donde Corro repitió su victoria a quince asaltos reteniendo el título. Valdez tiene un historial de 63 victorias (42 de ellas por nocaut), 8 derrotas y dos empates. Fue clasificado en el puesto 29 del ranking de Ring Magazine de los 100 mayores pegadores de todos los tiempos. Valdez fue entrenado por el famoso Gil Clancy.

Miguel ‘Happy’ Lora, un estilista, quien el 9 de agosto de 1985 ganó el título gallo del Consejo Mundial de Boxeo al mexicano Daniel Zaragoza, en combate celebrado en Miami, donde se presentó por primera vez con el sombrero vueltiao ante ese público y desde entonces es reconocido internacionalmente como el sombrero típico y el ícono cultural de Colombia.

Otros boxeadores campeones mundiales que sobresalieron en esta temporada de los 70 y los 80 fueron los hermanos Ricardo y Prudencio Cardona, Fidel Basa: Campeón 1987 (siete defensas) Tomás Molinares, entre otros.

Todos nuestros campeones mundiales en boxeo merecen un gran reconocimiento, púgiles nacidos en medio de la miseria, que a punta de puño labraron un mejor porvenir y dieron a conocer el nombre de nuestra nación en todo el mundo y que nos alegraron y de ellos no sentimos orgullosos.

Recordar la historia es vivirla de nuevo.