Por Obed Alfonso Fragozo Manjarrez
Este tiempo de crisis, de aislamiento social, de replanteamiento de estilos de vida y de acercamiento a la esencia de cada ser humano, propició un espacio de reflexión de cuatro sanjuaneros que, desde sus experiencias y saberes quisieron juntarse para compartir y empezar a establecer diálogos constructivos que tal vez puedan coincidir o no con el pensamiento de otros coterráneos, pero que estamos convencidos, vale la pena reseñar. Si, reseñar, porque el solo hecho de generar inquietudes, se convierte en insumo para debatir y lo más importante, construir, proponer, aportar.
Todas las sociedades humanas y en este caso, la sociedad sanjuanera, pero también todas las poblaciones de nuestra hermosa guajira, tenemos un imaginario acerca del desarrollo, del progreso y del bienestar al cual siempre se aspira, de ahí el orgullo que históricamente se ha sentido por nacer y crecer en esta tierra.
Quienes escribimos esta primera memoria, María Teresa, Fernando, Andrés, Orlando, y Obed, propiciamos un primer encuentro privado de muchos que en nuestros propósitos inmediatos soñamos tener, quizá con nuevos invitados sin distingo alguno, pero que estén llenos de ganas de compartir ideas y reflexiones que además de aportar a la memoria histórica, puedan traducirse en hechos que contribuyan a la planeación del desarrollo o, dicho de otra manera, construir el presente, evaluando el pasado y previendo el futuro.
Lo anterior, teniendo claro que esa planeación tiene que estar basada en una visión compartida en un territorio donde interactuamos muchos actores (algunos desde la distancia), y donde están presentes tantas temáticas que hacen parte de las dimensiones económica, social, ambiental, cultural, entre otras, que quienes lideren desde lo público y también desde los distintos roles institucionales y sociales, podrían considerar de manera estratégica en sus agendas.
Pues bien, a pesar de que esas líneas estratégicas del desarrollo municipal están trazadas y aprobadas, quisimos abstraernos un poco de ellas para evitar sesgos, y decidimos en un diálogo espontáneo y lleno de orgullo por nuestro terruño, hablar de un tema transversal al desarrollo: la educación, que, parafraseando autores, es entendida como la formación práctica y metodológica que recibimos para nuestro desarrollo y crecimiento y que ponemos en práctica en nuestra vida cotidiana. Recordemos que esta empieza desde la infancia en la casa, luego en la escuela y el colegio, y durante todo ese proceso creamos nuestra identidad, fortalecemos valores tanto éticos como culturales, entre otros, que posteriormente ponemos a prueba en nuestra formación profesional y en el mundo laboral, que, para nuestro caso y para muchos, ha sido por fuera de nuestro municipio.
En un espacio muy corto de tiempo (alrededor de 2 horas), y para el abordaje del tema, nos enfocamos en identificar fortalezas, debilidades y oportunidades de mejora, que reiteramos, pueden coincidir o no con la visión de otros, pero se constituyen en un pequeño aporte que podrá ser nutrido con la visión bien fundamentada de grandes maestros y líderes cuya opinión tendrá mejores sustentos basados en indicadores.