Para nadie es un secreto en el sentido de quien aspire lanzar su nombre como candidato a una Alcaldía, Gobernación, Presidencia de la República, Concejo, Asamblea, Congreso, Acción Comunal de su barrio y, en fin, a lo que sea, debería tener en cuenta muchas cosas que más adelante lo catapulten a lograr su objetivo, tales como: tener un buen carisma, contar con una base económica sólida y confiable o, en su defecto, contar con alguien adinerado que se arriesgue a cofinanciarle su campaña, que algunas veces no es difícil conseguirlo; igualmente, debe contar con un cacique electoral de altos quilates que esté decidido apoyarlo. Sin eso, es mejor que lo piense más de una vez.
Si se trata de la candidatura a la Alcaldía, como en este caso en particular, debe estar empapado de los principales aspectos de su municipio, entre ellos su historia, geografía y muchas cosas más, para que no le pase lo que le sucedió a algún candidato barranquero que en uno de sus ‘yingles’ propagandístico (muy bonito, por cierto), creyó que el corregimiento valduparense de Patillal pertenecía a Barrancas, o lo que le acaeció a un diputado guajiro que en ocasión de una entrevista que le hiciera otrora un periodista relacionada con el diferendo limítrofe entre los municipios de Valledupar, en el Cesar, y San Juan del Cesar, en La Guajira, creyó y expresó, al aire, que Patillal pertenecía al municipio de Badillo.
Ese nuevo candidato a la Alcaldía de Barrancas y, que hace unos escasos días decidió lanzar su nombre a consideración de los barranqueros, durante su administración como alcalde logró ejecutar muchas obras tangibles e intangibles muy relevantes con un exiguo presupuesto municipal, tales como: el Parque Recreacional de Agua Luna, la nueva Tarima ‘Leando Díaz’, la cascada en el ‘Callejón de las Brisas, la fuente de agua, localizada al frente de la catedral, la pavimentación asfáltica de la carretera que del casco urbano del municipio conduce al corregimiento de Guayacanal, la creación del Fondo Empresarial de Barrancas-Fondeba, el Fondo Educativo Municipal de Barrancas –Femba–, la creación del Programa de Inseminación Artificial en Bovinos, entre muchas otras. Lástima que la mayoría de sus obras tangibles han venido siendo destruidas inmisericordemente. Aunque blanco es y gallina lo pone, el nombre de ese candidato es Miguel Andrés Fonseca Gámez, que hasta el momento ha sido uno de los mejores alcaldes que ha tenido Barrancas.