Esta es la tierra donde los granos de arenas son tan hermosos que alguien podría confundirlos con metales preciosos y podrías preguntarte ¿Con qué molde lo han creado? Y te podríamos responder, los moldes se encuentran entre las olas blancas del mar y las brisas son las que se encargan de regarlas por esta tierra.
A veces estos granos de arena son calientes si las brisas no están danzando con ellos, pero de noche si son frescos porque los arrulla en su vientre frío. Es de noche, ven, siéntate y fume un tabaco con nosotros bajo esta enramada, dialoguemos un rato. Cuando sientas el olor del tabaco al salir por tu nariz y su sabor humedecer tu lengua y tus labios, sentirás en tus párpados un calor, en ese momento deberás seguir fumando con más respeto y le hablarás en silencio al espíritu del tabaco.
Le pedirás fuerza y sabiduría porque debes irte a otros lugares en busca de conocimientos que puedan ayudar a tu pueblo, debes encontrar la forma de hallar el camino que conduce al templo sacro de la sabiduría Alijuna. Si encuentras el camino debes saber que están llenos de muchos obstáculos que harán que te acobardes, que llores y que te sientas sin fuerza porque te harán hecho añicos.
Descansarás un poco, eso te servirá para incorporarte nuevamente y en ese momento desearás regresar, pero debes seguir porque no has llegado a ese templo sacro. Al entrar a ese templo, te darás cuenta que no eres el único, verás y conocerás muchas personas jóvenes y adultas. Al enfrentarte con la sabiduría en su propio templo te hará sentir que estás desnudo de conocimiento, caerás de vergüenza y desearás salir corriendo, pero no, debes levantarte y buscar tu propia palabra de sabiduría y no debes dejar de lado la sabiduría ancestral de tus abuelos, nosotros.
Pasarán muchos años diseñando tu propia palabra de sabiduría y vivirás afuera de este templo sacro, y debes saber también que existen muchos caminos que te pueden conducir a otros lugares desagradables. En ellos hay besos y caricias dulces de mujeres hermosas, bebidas embriagantes y polvillos blancos que te harán creer que te encuentras en un mundo florido de vida, pero no es más que las podridas caderas del fracaso y de la muerte, deberás tener mucho cuidado.
Todos los días deberás entrar y quedarte el mayor tiempo posible en el templo sacro para que vayas aprendiendo a sentir el olor de la sabiduría, distinguir su sabor; huélela y saboréala, disfrute de ella. En ese instante sabrás que estás a punto de terminar el diseño de tu palabra, por un momento llegará a tu mente la imagen de nuestros rostros, el sonido de nuestras palabras y carcajadas, el sabor de la comida con que te alimentamos y la delicia de la chicha de maíz, desearás volver a ver a estos granos de arena, visitar a esta enramada.
Ahora termine de fumar tu tabaco, ya te hemos contado, ahora tú tienes la decisión de irte en busca del templo sacro de la sabiduría Alijuna, si te animas sabrás cómo ayudar a tu pueblo, y si no, es porque te has quedado para ilustrarte en el templo de la sabiduría del viento, de la mar, del desierto, bajo la sombra fresca milenaria de la palabra y así instruir a tus hijos, tus sobrinos y tus nietos en la esencia del ser wayuú.