Como dice el adagio popular “no hay mal que dure cien años…” y para los zonas rurales del país en especial las del Caribe colombiano, es un adagio que se repite todos los días por las pésimas vías de acceso a las poblaciones y veredas que están fuera de las vías o troncales principales que conectan las grandes ciudades.
Las vías terciarias son caminos de herraduras en épocas de verano, y trampas de lodo en épocas de invierno, que hacen de estas zonas, áreas aisladas, con grandes limitaciones para tener actividades productivas de tipo agroindustrial, alejándolas de ser opciones de fuente de suministro de bienes básicos para los centros urbanos que en distancia son cercanos, pero por las malas condiciones de las vías, son lejanas en tiempo de tránsito y con serias dificultades de acceso.
En las últimas semanas el Gobierno, Ministerio de Transporte y Agricultura e Invías, han estado informando de planes de reactivación económica entre los cuales se incluyen proyectos de inversión para recuperación o construcción de vías terciarias, son 450 proyectos y unas inversiones de $173 billones, algunos de estos son alianzas público-privadas. Noticias que al llegar a las poblaciones rurales son recibidas con escepticismo y agregadas a la lista de nuevos engaños de sus líderes.
No obstante, las necesidades de cambio y esperanzas de nuevas oportunidades para sectores rurales, incluyen la mejora de vías terciarias, para los proyectos industriales, agrícolas, mineros como los de la Alta Guajira con sus proyectos de sal, minería y turismo. En el Sur de La Guajira y Cesar para los cultivos de palma, maíz, arroz, banano, ganadería. En el Magdalena para proyectos de ganadería, frutales y arroz de los pueblos rivereños como Pivijay – Salamina – Remolino – Sitio Nuevo, aislados de las grandes urbes por sus pésimas vías terciarias y la inconclusa Vía de la Prosperidad. En Bolívar que une el gran potencial abandonado de la Mojana. En el sur del Atlántico para los proyectos de recuperación del cultivo de cítricos. Lo mismo que se pueda llegar a regiones en Sucre como Sucre – Sucre y Magdalena Medio, sin dejar a un lado los grandes proyectos agrícolas en Córdoba, que siempre tienen limitaciones por falta de vías terciarias.
Es importante continuar con los proyectos viales que unan los grandes centros urbanos, pero es necesario exigir de una vez por todas, se tenga un plan claro y sostenible en el tiempo para la recuperación de las vías terciarias.