Por Hernán Baquero Bracho
Mi homenaje de hoy va para cuatro excelsas educadoras y maestras que ha tenido Villanueva en su devenir histórico. Ellas han brillado con luz propia y siempre serán un referente en lontananza por todo lo que aportaron a la educación villanuevera. Una que todavía mantiene una memoria indeleble de sus años dorados y en especial en el colegio El Hogar Infantil, es doña Nisida Ovalle viuda de Peñaloza, a quien conocemos cariñosamente como doña ‘Chía’, quien a sus 96 años mantiene una memoria fantástica y en su puesto de lo que fue ese ayer glorioso cuando educaba de manera esmerada a tantas generaciones de niños y niñas que todavía la recuerdan como la seño ‘Chía’.
Qué hermoso que una educadora tan exitosa en la formación de párvulos mantenga esa misma energía y ese mismo carácter. El segundo lugar otra gran educadora que ha tenido Villanueva no solo la Cuna de Acordeones, sino por varias generaciones la cuna de la intelectualidad. Ella es Farahilda Olivella Olivella, quien fue mi profesora en el Colegio Nacional Roque de Alba, cuando el Roque era el Roque, es decir, se respiraba aire de grandeza como los mejores bachilleres que daba esta región y como los mejores profesionales que egresaban de los mejores claustro universitarios del país.
Allí durante décadas Farahilda se convirtió en una gran docente y en una gran guía de tantos educandos que pasaron por sus aulas de clases. En el mismo Roque de Alba y años más tardes llegó una licenciada que dejó huellas en su trasegar como educadora, como docente de las mejores ella es Nimia Mendoza Ariza, mujer sabia, con carácter y personalidad y sus clases se convertían en ciencia pura, en conocimiento de lo que transmitían y en sabiduría de lo que emanaba de ella, por ello generaciones de los 80, de los 90 y del nuevo siglo la recuerdan todavía como la gran profesora, la gran educadora y sus exposiciones en el día a día permanecen en el recuerdo de tantos alumnos que ella formó con dedicación y esmero.
Ahora le toca el turno a una de las mejores educadoras en manualidades que ha tenido Villanueva y que gracias a ella muchas de sus alumnas se dedicaron al arte de sus diferentes manualidades como ha sido la de tejer como artistas en diferentes áreas, ella es Margarita de Jesús Morales Dangond, conocida cariñosamente como ‘La Chole’ y existen tantos testimonios de sus alumnas, que se enmarcarían en más de cuatro cuartillas, como por ejemplo que individuales que ella enseñó a hacer, se encuentran hoy en Houston en la residencia de Jhon Franklin Quintero y son tantas anécdotas de la seño ‘Chole’ que sus alumnas recuerdan como la formó en el arte de las manualidades con dedicación, con amor y con sentido de pertenencia como una gran educadora.