Actualmente Colombia es considerado el país más peligroso para defender causas ambientales en todo el mundo. Un estudio de Global Witness reveló que solo en 2020 el país acumuló la tercera parte de los asesinatos de activistas ambientales de todo el planeta, algo que a los sectores políticos les genera gran preocupación.
“Esto tiene que prender las alarmas del Gobierno Nacional y comprometer al Gobierno Nacional a tomar medidas eficaces para proteger la vida de los líderes ambientales. Una de ellas, la ratificación del acuerdo de Escazú, que contempla entre sus tres propósitos la protección de la vida de los líderes medioambientales”, dijo el senador Antonio Sanguino.
El congresista de Alianza Verde dijo que existe un perfil común de los líderes sociales que se convierten en blanco de actores violentos por defender el medio ambiente. Son personas que trabajan contra la deforestación, por defender sus territorios de proyectos de megaminería o grandes extensiones de agroindustria que dañan los ecosistemas, defensores del agua, detractores del fracking y activistas que apoyan la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.
“Esas actividades se convierten prácticamente en una sentencia de muerte en Colombia, en una actividad supremamente peligrosa ante un Estado que no los protege adecuadamente, y una persecución que termina en este tipo de hechos violentos”, dijo el senador Sanguino.
Cabe recordar que el año pasado 67 personas fueron asesinadas en Colombia por defender causas medioambientales. La mayoría de las víctimas eran activistas que trabajan contra la deforestación y por la protección del agua.